11 de Marzo
Carta de Miriam Carramolino Olivares publicada hoy día 31 de octubre de 2006 en la sección Cartas al Director del diario El País:
Hace 960 noches que Abel no duerme a mi lado. Nunca imaginé que su muerte fuese a ser revivida en forma de polémica política o mediática cada uno de esos 960 días. Aun sigo quedándome atónita cada vez que gentes con poder le nombran para arremeter contra su particular adversario; pero el colmo llego ayer cuando descubrí que algunos usurpadores llamados peones negros -seguidores incondicionales de no se que emisora de radio-se apropiaron de la fotografía y de un retazo de la vida de Abel-junto con la de los otros 191- con la vil intención de usarlo como logotipo de sus macabras teorías conspirativas sobre el 11-M.
Probablemente estos fanáticos sean los mismos que se atrevieron a pedirnos a las familias de los asesinados, un frió día de diciembre, "que nos metiéramos a nuestros muertos por el culo". Probablemente, su mezquindad se conserve intacta, o incluso se haya multiplicado gracias al incansable goteo de indignidades públicas que rodea todo discurso interesado sobre el mayor atentado terrorista que ha sufrido este país. Pensaba que mi capacidad de indignación ya no podía ser mayor, pero me equivocaba. Y para poder seguir luchando cada día por superar mi propia perdida, sólo me queda suplicarle a todo aquel que quiera escuchar que nos dejen en paz. Ya es suficiente, dejen de jugar con el sufrimiento ajeno. Nuestro dolor no les pertenece, no les ha pertenecido nunca
3 comentarios
Una carta sencilla y elocuente. Esa utilización de las victimas por parte de los peones negros es repugnante...no hace falta decir mas.
Si lo que no entiendo es cómo no hay más cartas como esta. No ya por los peones negros, que al fin y al cabo no conoce casi nadie, sino por La Cope, El Mundo, Libertad Digital o el propio PP (que no dice nada, sólo que alomojó). Y por toda la gente que lo justifica. Es vergonzoso...
Desgraciadamente, a los peones negros, a la Cope, El Mundo, LD y el PP les importa una mierda el sufrimiento de las víctimas. Para ellos lo único importante es conseguir su objetivo, la vergüenza creo que la perdieron hace bastante.