No pienses en un autor intelectual
"No pienses en un elefante", dice Lakoff, sabiendo que inevitablemente pensaremos en uno. Son los trucos de la lingüística cognitiva, y en política se utilizan todo el rato.
Ayer se leyó la sentencia del 11M, que establece sin ningún lugar a dudas la autoría islamista del atentado, descartando todas y cada una de las falacias de que se había nutrido la "teoría de la conspiración". Poco parece haberle importado a quienes la han venido defendiendo estos tres años, porque ya han puesto en marcha la segunda parte: hay que seguir investigando porque no se ha condenado al "cerebro del 11M". El cerebro del 11M anda suelto.
Pues qué queréis que os diga: esto es un falso dilema como una casa. Porque vamos a ver, ¿y por qué tiene que haber un "cerebro"? ¿por qué no pudieron ser El Chino o El Tunecino, terroristas inmolados en Leganés, como apunta la investigación policial? ¿por qué no pudieron ser también El Egipcio, Hassan El Haski o Youssef Belhadj, aunque en el juicio sólo se haya podido probar su "pertenencia a organización terrorista", y no la "conspiración para delito de terrorismo"? ¿y cuál es la figura penal para el "cerebro" o "autor intelectual"? ¿les habría bastado acaso a los conspiracionistas una condena por "conspiración para delito de terrorismo" o habrían seguido pidiendo que se buscase al "cerebro"? ¿se monta este show de la búsqueda del "cerebro" cuando hay una sentencia condenatoria de terroristas de ETA?
No nos engañemos. El problema no está en la búsqueda honesta de la verdad, sino en que para muchos la verdadera víctima de aquel atentado no fueron los 192 muertos o los 1500 heridos, sino el Partido Popular, que perdió las elecciones 3 días después. Como no se han cansado de repetir los dirigentes populares (y los varios millones de sus seguidores con menos escrúpulos), el atentado tenía como objetivo hacer que el PP perdiese las elecciones, y para que eso fuese así, según ellos, hizo falta un "cerebro" que no estaría "ni en desiertos lejanos ni en montañas remotas". Un "cerebro" que teledirigió el atentado.
A los que piensan así les da igual esta sentencia, porque no juzgaba el delito que supuestamente se cometió contra ellos, sino lo que para ellos sólo fueron daños colaterales. En su opinión no estaban en el banquillo los "cerebros" que planificaron el verdadero crimen, sino meramente los "autores materiales", los "moritos", el "asturiano pirado". Y sólo estaban ellos en el banquillo porque no se ha investigado suficiente y se ha "echado cemento sobre la investigación".
Por eso ellos, los que se sienten víctimas finales del atentado, los que después de habernos contado mil y un cuentos chinos que la sentencia desmonta, ahora niegan haberlo hecho, salen hoy con que falta el "señor X", el "cerebro", el "autor intelectual" del 11M.
Y tú, ¿de qué parte estás?
5 comentarios
¿por qué no pudieron ser también El Egipcio, Hassan El Haski o Youssef Belhadj, aunque en el juicio sólo se haya podido probar su "pertenencia a organización terrorista", y no la "conspiración para delito de terrorismo"?
Pero, pero... pero no habíamos quedado que ETA no esta detrás de los atentados porque no hay pruebas de ello y así se ha dicho en la sentencia...pues macho aplicate lo mismo a ti mismo. No ha sido el Egipcio ni El Haski ni nadie que estaba en el banquillo porque así lo ha establecido la sentencia.
O es que haces diferencias entre la verdad judicial y otra diferente?
Y por otro lado, ahora dice Blanco que el PSOE no ha vinculado nunca el 11 M con Irak.
Pues acabo de escuchar a Z en la comisión del 11M diciendo esto mismo. Quien miente ahora?
Para el carro, liberado (conservador),
¿Qué es lo que no "ha sido el Egipcio ni El Haski", ambos condenados (uno de ellos en Italia) por delitos de pertenencia a banda terrorista? No han sido condenados por haber participado en la preparación del delito sin llegar a ser sus ejecutores, que es lo que significa la "conspiración para la comisión de un delito". Los siete terroristas suicidas y los que han sido condenados como autores del atentado, llevan implícita la conspiración para la comisión (bueno, los suicidas no, porque a los muertos no se les juzga) por la participación en el mismo, luego si equiparas la "conspiración para la comisión del delito" con ser "cerebro" y "autor intelectual" (que yo no sé lo que es), entonces los 7 terroristas inmolados más estos dos condenados ahora, son todos "cerebros". Si no lo equiparas a ese delito, sino que para ti lo del "cerebro" es un ente abstracto, entonces me pregunto por qué no puede haber sido El Egipcio de todas maneras. Date cuenta que es una pregunta retórica, porque para mí esa figura no es sino un falso dilema como una casa.
Por otro lado, y ya que te veo guerrero con este tema, digo yo que antes que nada lo que tendrías que hacer es ofrecer una rectificación de todas las cosas que has mantenido en estos 3 años y que ahora ha quedado demostrado que no eran sino lo que muchos decíamos: estupideces sin sentido.
Saludetes...
Yo creo que han acusado a estos 3 de ser los autores intelectuales solamente porque tenían evidencia de algún vínculo entre ellos y el resto del grupo, pero sin tener datos sobre su presencia en los lugares asociados a los atentados. Al final fue una acusación muy floja y difícil de sostener con datos sólidos, ya que nadie habla sobre la preparación. Pero hay que destacar que están nombrados en la sentencia como miembros de la célula responsable de la matanza.
el falso dilema consiste precisamente, creo, en que por autoría intelectual nunca se condena a nadie, pues es un hecho que por definición no se materializa en hechos concretos. Preguntarse por eso es, jurídicamente, absurdo. Sí tiene sentido preguntarse por el inductor o el conspirador, pues esas actividades sí implican hechos concretos potencialmente punibles.
No basta con decir que no se ha podido encontrar al autor intelectual porque era una célula internamente "horizontal" y externametne autónoma, pues eso no liquida el presupuesto: que sí puede haber una condena por autoría intelectual.
A ver. Es que con la idea del "autor intelectual" se ha creado una expectativa a nivel de autoría que es totalmente falsa.
Primero porque jurídicamente, en el Código Penal no existe la figura del "autor intelectual". Se puede ser autor material de un delito, cómplice, encubridor, cooperador necesario o inductor. Punto y pelota. No se puede ser autor intelectual de un delito.
Y a Rabei Osman no se le imputó como autor intelectual de nada, porque esa figura no existe.
Parece bastante claro que los "cerebros" del atentado estaban todos o casi todos en el piso de Leganés (fundamentalmente El Tunecino) pero, amigo mío, ellos no podían estar en el banquillo ni ser condenados porque están muertos.
Tercero. Parece que haya una obsesión con que si no se declara en la Sentencia que el "autor intelectual" de la masacre es Bin Laden o un miembro conocido de Al-Qaeda,en su gestación intervino alguien que no tiene que ver con el fenómeno yihadista.
Sobre ésto:
"Algunos de los autores del 11-M mantenían vínculos con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) y con la célula del sirio Abu Dahdah, desarticulada en 2001 y próxima al propio Setmarian, pero todas las pruebas acumuladas durante la instrucción del sumario demuestran que era una célula local y autónoma inspirada en Al Qaeda y no conectada con la misma, tal y como refleja el fallo judicial. "Una copia de las que desde hace años aparecen en este y otros continentes: sin estructura, sin jerarquía definida lo que dificulta más su localización, neutralización y condena judicial", apunta un jefe policial que ha participado durante los tres años de la investigación.
Una célula de manual a la que se podría denominar globolocal y cuyos principales miembros seguían la corriente Takfir Wal Hijra, la más clandestina y dura del salafismo. Los takfir pueden vestir ropa occidental y beber alcohol para no ser detectados. El movimiento takfir se está extendiendo entre algunos jóvenes inmigrantes de segunda generación, según asegura un informe confidencial de la Comisaría General de Información de la Policía. Hay media docena de mezquitas takfir en España que están siendo controladas por agentes del CNI.
El último ataque atribuido a Bin Laden y organizado por su escudero Kalid Seikh Mohamed, el cerebro del 11-S preso hoy en Guantánamo (Cuba), tuvo lugar el 11 de abril de 2002 en una sinagoga en Yerba (Túnez). Murieron 19 turistas, en su mayoría alemanes y franceses, y el camión bomba se compró con dinero aportado a ciegas por Enrique Cerdá, un empresario valenciano que ha sido condenado a cinco años de prisión. Desde entonces, los ataques frustrados o no de las células yihadistas en todo el planeta los protagonizan sus grupos satélites o asociados, como el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) en el Magreb, o células locales y autónomas inspiradas en Al Qaeda como la del 11-M, pero sin conexión con Bin Laden salvo por afinidad.
Esa es la causa por la que en el fallo judicial sobre la matanza de Madrid no se dice que los terroristas pertenecían a Al Qaeda, sino a una célula yihadista, una más de las múltiples que la ideología del alquedismo ha logrado expandir como un cáncer por todo el mundo.
Un fiscal de la Audiencia Nacional especializado en terrorismo internacional lo explica así: "Son grupos desestructurados, que se financian mediante la pequeña delincuencia y que en la mayoría de los casos gozan de una independencia organizativa que dificulta todavía más su localización. Por eso estamos haciendo detenciones preventivas porque el riesgo se multiplica. No luchas contra una organización sino contra muchas". La célula yihadista del 11-M era una más de las que componen un monstruo de mil cabezas."
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/espana/cerebros/murieron/Leganes/elpepunac/20071104elpepinac_9/Tes