La paradoja de Aznar (II)
Hace un par de meses escribí un post sobre la extraña capacidad que ha desarrollado Jose María Aznar para realizar estupendas predicciones políticas equivocándose de lleno:
En 2003, el entonces presidente José María Aznar vaticinaba que la oposición iba a quedar "ladrando su rencor por las esquinas". Un análisis muy certero, efectivamente, aunque me parece que él no era consciente del significado final que adquirirían sus palabras. (...) Ayer vaticinó que "la tremenda manipulación tras el 11-M estará en los libros más negros de los partidos que la promovieron". Nuevamente certero en su análisis el ex-presidente, aunque no sé por qué pero tengo la impresión de que él quizás se está refiriendo a otra cosa(...)
Pues bien, el otro día nos volvió a deleitar con uno de sus ejercicios de contorsionismo político: no sé muy bien si se trataba de hacer autocrítica señalando a los demás o de criticar a los demás señalandose a sí mismo, pero no me diréis que la frase no se las trae:
"(Los españoles) deben pensar bien si quieren dar su voto a alguien que les ha engañado en un asunto tan básico como es el terrorismo"
Aunque en este caso no se trata de una predicción, sino más bien que ha caído en la cuenta con cuatro años de retraso. ¡No le des más vueltas, Jose Mari, que te vas a amargar! Además, ¿no ves que así, a toro pasao, yu nou nau, guot ai not nou befor nau, ya no tiene mérito?
1 comentario
Buenísimo, amigo.