Laico de una vez
Genial el editorial de hoy de El País (que no todo van a ser guerras del fútbol)
Los paños calientes del Gobierno, y especialmente de su vicepresidenta, frente a la jerarquía católica no han servido de nada. Los exabruptos absolutamente infundados sobre el retroceso en derechos humanos y en democracia en España porque no se atiendan las peticiones de los sectores más integristas de la Iglesia católica no deben recibir la callada por respuesta. Deben reaccionar no sólo el PSOE y el resto de partidos -no lo hará el PP, por el que esa jerarquía hace campaña a dos meses de las elecciones-, sino especialmente el Gobierno, ciñéndose a la Constitución, que proclama la separación Iglesia-Estado, una separación que no acaba de ser real.
Es hora de profundizar en este aspecto de la democracia española y eliminar los rastros que queden de confesionalismo, ya sea en la celebración de funerales de Estado, en la peculiar financiación de la Iglesia católica -que ha de ampliarse a otras confesiones-, en el papel del catolicismo en la enseñanza o en la actuación religiosa de los poderes del Estado en actos oficiales. Ello redundará en una mejor convivencia interna en una sociedad más y más multirreligiosa.
Lo que la Iglesia planteó el pasado domingo en Madrid no fue una manifestación en defensa de la familia -como si el Gobierno la atacara-, sino un auténtico acto electoral en apoyo del PP. Es difícil para el PSOE plantear un laicismo radical en vísperas electorales, dado que muchos de sus votantes son creyentes, mayoritariamente católicos. Pero eso no quita para que deba abordar sin dilación esta cuestión en el comunicado que difundirá hoy y en su programa, lo que implicaría la revisión de los acuerdos de 1976 y 1979 con la Santa Sede que sustituyeron, con un espíritu preconstitucional, al Concordato de 1953.
Defender una secularización estricta del Estado no significa ir contra la Iglesia, sino ponerla en el lugar que le corresponde, incluida esa "cooperación" con ella "y las demás confesiones" que también propugna la Constitución. Y, en efecto, la educación sería una obligación hoy por hoy inasumible sin la contribución (financiada por el Estado) de las escuelas confesionales.
La jerarquía eclesiástica, con tonos nacionalcatólicos, se ha radicalizado, pero ello responde también a que los sectores más integristas de católicos y de otras religiones son los más activos en nuestros días, mientras que la moderación pierde adeptos y fieles.
José Blanco, secretario de organización del PSOE, ha pedido una "rectificación" a la jerarquía católica por "mentir" con las descalificaciones sobre los derechos humanos y el retroceso democrático. Pero es algo que desde hace años la radio de los obispos desgrana a diario, junto a otra sarta de mentiras. Cuando la democracia española ha cumplido 30 años, debería haberse librado de los últimos lastres de los poderes fácticos para construir un Estado laico de verdad.
Nótese como clasifico este post con las etiquetas Politiqueo y Religión. Porque ahí es donde está el problema: que haya gente que quiera creer en un ser superior que escucha sus plegarias y decide cuando mueren si deberán pasar la vida eterna en un lugar paradisíaco o quemarse en el infierno es, al fin y al cabo, una opción libre (siempre que no te restrieguen el cerebro con ella cuando eres niño) y voluntaria (siempre que tu entorno no te monte un pollo si te casas por lo civil, por poner un ejemplo). Pero si esa gente pretende además decidir, por encima de lo que apruebe la mayoría del parlamento democrático del país (y del artículo 14 de la Constitución), sobre quién puede casarse y quién no (en matrimonio civil, se entiende); quién puede tener hijos y quién no; si se puede o no deshacer un matrimonio (civil, se entiende), y con cuántos impedimentos; si hay supuestos y/o plazos bajo los que una mujer embarazada puede abortar; si se debe o no investigar con células madre la curación de enfermedades; si todas estas leyes y muchas más se deben enseñar en las escuelas en una asignatura promovida por la Unión Europea; si la doctrina católica debe no sólo estar presente en esas mismas escuelas, sino que además ha de ser evaluable... si esa gente pretende decidir sobre todo esto, y además lo hace en consonancia absoluta con las directrices de un partido político concreto y de sus medios de comunicación afines (uno de los cuales posee)... entonces la religión no es sólo religión, sino también politiqueo. Por la gracia de Dios. Como antes. Como siempre.
5 comentarios
Brillante, como siempre.
Saludetes desde Murcia, fuerte bastión del conservadurismo español. Resistiremos.
PD: estamos a 4ºC y empieza a llover.
Aaaaaaaaaaaaamén (y nunca mejor dicho).
No se debe intentar contentar a quien nunca se da por contento. Craso error de Zapatero esta legislatura. Constitución y Constitución, la Iglesia a sus templos.
La verdad es que sí: puestos a manifestarse, yo creo que Zapatero casi que les haría un favor si en la próxima legislatura anulase los privilegios del concordato. Podría por ejemplo empezar por cobrarles el IVA. Al menos así no tendrían que contarle cuentos a sus fieles para llevárselos a Madrid a manifestarse "contra el aborto" (ley de hace yo que sé cuántos años) o el "divorcio express" (digo yo que lo que es pecado es el divorcio en sí, no lo que tardes en tramitarlo) o eso de "yo no tengo nada en contra de los gays pero Zapatero les anima a que salgan de armario y eso es pecado".
Reflexión: ¿un gay no es "el prójimo"?
¡Feliz año a los tres!
Lo cierto es que hay dos frases recientes de obispos españoles me han dejado alucinando en colorines; la del laicismo radical como remedio para acabar con la democracia mundial, y la de los malvados menores de 13 años acosadores de pobres pobres pedófilos.
Y en el fondo les doy las gracias por ellas, cuanto más hablan, más se retratan ellos solitos.
República Laica ya.
PD: En de beste wensen, zé!