miércoles, abril 16, 2008

El puto cromosoma Y

Me vais a perdonar que hoy haga un post en el que exprese mi opinión, en forma de deseo, sin sustentarla con estadísticas o datos de la hemeroteca. Al fin y al cabo, eso es lo que hace todo el mundo constantemente y a la gente no parece importarle demasiado:

Si viviésemos en un país en el que el matrimonio no fuese indisoluble, o en el que el divorcio no fuese un estigma, aparte de un pecado, o algo que se debe retrasar y dificultar lo máximo posible; si vivíesemos en un país en el que el aborto no fuese otro estigma, aparte de otro pecado, y un delito; si viviésemos en un país en el que los jueces que encuentran en la vestimenta de la víctima razones para suavizar la condena de su violador fuesen inmediatamente destituidos de sus puestos; si viviésemos en un país en el que el principal partido de la oposición, y sus votantes, no encontrasen siempre un defecto de forma para recurrir al Tribunal Constitucional las leyes que luchan contra la discriminación por razón de género u orientación sexual, ya sea la de Igualdad o la de Matrimonio Gay; si viviésemos en un país en el que ser una cornuda fuese algo tan grave (o no) para las mujeres como lo es ser un cornudo para los hombres; si viviésemos en un país en el que el permiso por paternidad fuese intercambiable con el de maternidad, y solicitarlo no fuese considerado un suicidio profesional; si viviésemos en un país en el que pagar por tener sexo con alguien que vive bajo el umbral de la pobreza fuese delito, aparte de un estigma, y pecado; si viviésemos en un país en el que escribir un post así no fuese considerado por la mayoría como innecesario, exagerado, cursi o provocador; si viviésemos en un país en el que todos tuviésemos las mismas oportunidades, independientemente de poseer o no el puto cromosoma Y...

...entonces, quizás, viviríamos en un país en el que que una mujer podría mantener su puesto de trabajo -incluso el de ministra-, o ascender a uno de más responsabilidad -incluso el de ministra de Defensa-, siendo valorada o criticada por sus méritos, y no por su condición de mujer o embarazada.

No vivimos en un país así. Y es por culpa de todos y cada uno de nosotros.

Nota: Conciliar la vida familiar y la laboral significa que uno/a pueda mantener su vida familiar mientras trabaja o mantener la laboral mientras tiene una familia. Las dos cosas. Independientemente de que sea un hombre o una mujer.

5 comentarios

Anónimo dijo el 16/4/08 1:33 p. m.

Si viviésemos en un país así...

...¿De qué íbamos a rajar?

Lordor dijo el 16/4/08 1:55 p. m.

A veces en el foro de Escolar estuve tentado de poner, yo digo lo que diga el reydelabaraja. Menos mal que no coincidimos en todo o ya iba a ir a mirármelo. Bueno, la entrada es buena, como siempre aunque discrepo en dos puntos: sí es peor ser cornudo que cornuda, al menos por los casos que conozco personalmente donde el cornudo se ha tenido que ir de su casa de vuelta con unos papas ya ancianos que no se esperaban tal desenlace, o a un piso-estudio de mala muerte mientras se traga la enorme desgracia de ver crecer a los hijos con el amante de la ex. Pero bueno, lo podemos discutir que estamos en un blog civilizado. El otro punto del que discrepo es el de la prostitución, no soy muy correcto, pero veo mal penalizar a clientes y prostitutas, veo muy bien perseguir a mafias y proxenetas. Esto, por supuesto, también lo podemos discutir.

Evaristo dijo el 16/4/08 6:36 p. m.

fétido, pues anda que no seguiría dando de sí la caverna aunque no fuese machista.

lordo, hombre me alegra que suelas coincidir con mis opiniones... y que también de vez en cuando discrepes y así no tengas que mirártelo ;)

En realidad estoy de acuerdo con tus dos puntualizaciones, aunque permíteme que matice mi opinión: en el primer caso, el de los divorcios y el eterno problema de quién se queda con la casa, estoy de acuerdo en que la justicia a veces es de todo menos justa, pero ese escenario que describes ya no sería un problema de discriminación por género, sino de una mala solución al problema de no perjudicar a los hijos. Lo importante desde el punto de vista de mi post es que al menos hay divorcio, y no sumisión de la mujer por miedo a divorciarse. Pero estoy de acuerdo en que, como apuntas, la solución acaba perjudicando tanto a la otra parte (el marido), que al final es contraproducente. No sé, se puede acabar dando el caso de maridos que no quieran divorciarse precisamente para evitar esa injusticia, y entonces volvemos al problema inicial.

En cuanto al segundo punto en que discrepas, estoy de acuerdo en no penalizar a las prostitutas, y sólo creo que se deba penalizar a los clientes cuando se trata de casos en los que flagrantemente la prostituta vive bajo el umbral de la pobreza. Que el cliente alegue que no lo sabe no me vale. Y que la sociedad mire para otro lado tampoco. Se trata de mujeres, casi siempre inmigrante, que se ven claramente empujadas a ejercer la prostitución, en contraste con la decisión libre que puedan tomar las que no viven una situación de extrema pobreza.

No sé, tampoco te creas que lo tengo yo muy claro: has tocado precisamente los dos puntos de mi post en que hay diversas opciones con pros y contras.

¡Saludos!

Lordor dijo el 16/4/08 6:46 p. m.

Joer!, así da gusto, aunque también se pierde la gracia de la mala baba de los trolls. Correctas esas puntualizaciones, hace tiempo (unos dos o tres años) hice un reportaje sobre la prostitución en Asturias, el tema está muy mal para las inmigrantes que se llevan la peor parte, siguen en la calle (o en clubes de carretera)y ya son la mayoría. Las españolas se dividen en dos grupos: adictas que viven muy muy mal y casi se prostituyen por droga y las que trabajan a su aire en pisos, sin proxenetas y bastante bien. Tocamos un tema que casi nunca se trata: la prostitución masculina, que, en general, estaba al nivel de las españolas con piso. Pero claro, cada caso es un mundo.

Anónimo dijo el 16/4/08 10:44 p. m.

El otro día escribí lo mismo con otras palabras...

Resulta que me caso y me regalan 15 días de vacaciones.
Resulta que me pongo mala y me dan una baja que me exime legalmente de ir a trabajar...

Pero si mi hija de año y medio se coge unas anginas y tiene 40 de fiebre, entonces, estoy jodida, porque o "me pongo mala yo" con ella... o ya me contaréis cómo está el panorama...

Es acojonante.

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