El tenderete
El periodista murciano José Antonio Martínez-Abarca es experto en utilizar los más terribles epítetos para describir la paja del ojo ajeno, al tiempo que muestra una especial capacidad para no sentirse incómodo por la enorme viga que lleva incrustada en el propio. En este caso se trata de la recogida de firmas a favor del Trasvase Tajo-Segura que el Secretario General del Partido Socialista de la Región de Murcia, Pedro Saura, pretende reunir en las próximas fechas. Según el periodista, que en una breve pero reveladora muestra de pudor se pone la venda antes de la herida, cuando el PP "proponía recoger firmas contra Educación para la Ciudadanía o contra el Estatuto Catalán" lo hacía "por impotencia, porque le habían dejado fuera del parlamento y fuera de la política, casi fuera del país, porque la primera legislatura de Zapatero fue la del cordón sanitario, y ésta también". Qué enternecedor. Por el contrario, a Martínez-Abarca le parece "muy fuerte" que "el mismo partido de los que Gobiernan con absolutismo irreprimible la nación española, el PSOE, se ponga a recoger ahora firmas en las calles de Murcia para que (otra vez) su partido que también gobierna en Castilla-La Mancha no acabe con el Trasvase Tajo-Segura". Se pregunta el periodista si "en lugar de poner el tenderete para que los murcianos manifiesten una opinión sobre el Tajo que ya está muy manifestada, ¿no existe el teléfono para que Saura le monte el pollo a los de su partido, que es menos cansado?".
Claro, en primer lugar choca un poco que cuando el PP pierde las elecciones generales sea víctima de un "cordón sanitario" mientras que si el PSOE pierde las regionales es únicamente víctima de su propia "insignificancia" y de la etiqueta de "antimurcianos" que tiene ante la propia murcianía. Tampoco veo cómo se puede describir la polémica del Tajo-Segura en términos tan duros contra el PSOE de Murcia y el de Castilla la Mancha, sin que aparezca por ningún lado María Dolores de Cospedal, que en su doble condición de presidenta del PP de Castilla la Mancha y Secretaria General del PP nacional pinta bastante en esta historia. Pero sobre todo lo que me llama la atención es esa peculiar forma de razonar según la cual cuando el PP organiza una recogida de firmas es por "impotencia", porque le han dejado "fuera del parlamento, fuera de la política, casi fuera del país", mientras que si la organiza el PSOE se trata de "despatarrar una mesa de playa por las calles para protestar débilmente, como si pidieran la tasa Tobin a favor del Tercer Mundo".
Según el periodista la diferencia estriba en que en este caso Pedro Saura no necesita "poner el tenderete", porque le bastaría con usar el teléfono para pedirlo directamente al presidente del Gobierno, que también es socialista. Si no lo hace, es que "Zapatero no le hace caso", y Saura "no es más que un residuo periférico de su partido". Ya. Y entonces, digo yo, ¿para qué coño montó el PP aquella mega manifestación en Valencia a favor del Trasvase del Ebro en Marzo de 2003? ¿No gobernaban entonces tanto Valcárcel como Aznar? ¿No le bastaba entonces a Valcárcel con descolgar el teléfono y llamar al presidente del Gobierno? ¿No era eso menos cansado que montar el follón de los autobuses a Valencia? ¿O es que no le hacía caso? ¿O es que no era más que un residuo periférico de su partido?
Entiendo que, como dice el articulista, "a veces no hay más remedio que resultar patético". Pero tampoco hay que pasarse.
0 comentarios