Igual que en Chile y Argentina
Dice hoy el editorial de El País sobre la decisión de Garzón
La decisión de Garzón supone, como él mismo recoge en su auto, "una forma de rehabilitación institucional ante el silencio desplegado hasta la fecha". Aquí radica el valor fundamental de la iniciativa para las víctimas del franquismo y sus familiares, más allá del recorrido que en los tribunales tenga el procedimiento iniciado por Garzón, amenazado por el recurso de la fiscalía. Frente a los que arguyen la falta de encaje de esta iniciativa en el marco jurídico español y de quienes, como el PP, acusan a Garzón de montar un espectáculo a costa de reabrir viejas heridas, sólo cabe recordar un principio de cualquier democracia: ningún Estado puede borrar sus propios crímenes (...) Es difícil disentir desde el compromiso democrático de unas iniciativas que para muchos descendientes de tantos asesinados suponen, por fin, un acto de reparación. Realizar, 70 años después, un juicio virtual a Franco es imprescindible para el futuro de un país que no ha sido capaz de enfrentarse a las miserias de su pasado, lo que sí han hecho otros que también han sufrido experiencias traumáticas. El linchamiento público de que ya está siendo objeto Garzón da idea del déficit democrático que sufre España, derivado en gran medida de no haber afrontado sus fantasmas cuando le hubiera correspondido.
Y esto es lo que dice el editorial de El Mundo sobre el mismo asunto
Se trata de un auto sencillamente delirante, un estadio más en su truculenta garzonada, basada en falacias y sofismas que provocaron ayer la hilaridad en el mundo del Derecho.
La Fiscalía ya ha anunciado que lo va a recurrir, solicitando que sea el Pleno de la Audiencia quien se pronuncie. Estamos convencidos de que rechazará esta insólita iniciativa de Garzón que, como todo misionero que ha perdido la fe, instrumentaliza el derecho en favor de sus ansias de autobombo. La resolución de Garzón es una demostración de que hasta el más absurdo de los disparates puede ser argumentado jurídicamente pese a ir contra la evidencia y el sentido común. Alguien así no está ni moral ni mentalmente capacitado para enjuiciar a nadie.
Sobra decir que suscribo punto por punto lo que dice hoy El País, y que siento una profunda tristeza, no ya por lo que ha escrito El Mundo, sino porque sé que hay muchos españoles que están de acuerdo con ello. Igual que pasaba en Chile y en Argentina. Como ya hizo Escolar hace algo más de un mes, no está de más recordar qué decían los editoriales de El Mundo cuando el mismo juez Garzón dictó autos de procesamiento por los crímenes cometidos por las dictaduras militares en estos países. Entonces no se trataba de "insólitas iniciativas", ni del "más absurdo de los disparates", ni de "falacias y sofismas que provocaban la hilaridad en el mundo del Derecho", sino de "noticias históricas" con "fundamentos jurídicos", puesto que "la posibilidad de que toda violación de derechos humanos sea perseguida no puede sino ser considerada positiva".
Pero no son sólo El Mundo o sus lectores. También la Fiscalía anuncia que recurrirá la decisión de Garzón. También el sistema encuentra excusas para no cumplir con su obligación para con decenas (¿cientos?) de miles de víctimas y exiliados. Igual que en Chile y Argentina. Qué vergüenza de país.
¿Qué coño nos hemos creído, adoctrinando sobre cómo deben limpiar los demás su casa cuando aún tenemos la nuestra llena de mierda y no somos capaces siquiera de reconocerlo?
1 comentario
Pues que tienes absolutamente la razón. Suscribo todo.