¿Reducir la deuda en tiempos de crisis?
Según mi amigo el liberal, con quien estuve comiendo el viernes pasado (buen vino, por cierto), uno de los errores principales de la política económica del gobierno de Zapatero es la enorme deuda que hipoteca nuestro futuro. No solo lo dice él, Rajoy se pasa el día repitiendo algo parecido, y este de la deuda ha sido uno de sus argumentos favoritos a la hora de criticar los Presupuestos Generales del Estado y la reciente propuesta de Ley de Economía Sostenible. Para Rajoy, y para mi amigo el liberal, lo que hace falta en España es "un gobierno austero que al menos reduzca el déficit y la deuda pública, para dar ejemplo en tiempos de crisis". Y digo yo, ¿en serio es una buena idea reducir la deuda en estos tiempos de crisis? ¿Qué están haciendo países tan poco sospechosos de despilfarradores como Francia, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos? (fuente Fondo Monetario Internacional)
Para los daltónicos como yo, sí, España es la que tiene menos deuda en porcentaje del PIB y seguirá siendo así en las previsiones de los próximos años. Y no sé vosotros, pero para mí que en estas cosas es mejor fiarse de los datos del FMI y de la opinión del premio Nobel de Economía Paul Krugman que de lo que diga Rajoy. Vamos, digo yo.
2 comentarios
Puede que el nivel de deuda actual sea bajo (lo es), pero eso no es lo que importa. Lo que realmente importa es como, dadas las políticas de gasto y recaudación actuales, ese nivel de deuda va a evolucionar en el futuro. El nivel de deuda sobre PIB mañana depende del nivel de deuda sobre PIB hoy (corregido por la tasa de crecimiento nominal de la economía) y del déficit como porcentaje del PIB (también corregido por la tasa de crecimiento nominal). A más deuda o déficit hoy más deuda mañana, pero a más crecimiento nominal hoy menos déficit mañana. Esta simple formula la enseñan en todas las facultades de economía de España, y puede que del mundo, pero parece que Zapatero no se la sabe. Veamos que nos dice esta fórmula sobre el camino que nuestro nivel de deuda va a seguir en el futuro próximo. El nivel de deuda pública sobre PIB con el que acabamos el 2008 fue alrededor del 40 %. Como bien acierta el presidente, relativamente bajo. Pero ¿cuáles son las proyecciones de crecimiento para el PIB e inflación en los próximos años? El FMI nos dice que en España el PIB crecerá un -4 % en el 2009, -0.8 % en el 2010, 0.85 % en el 2011 y 1.3 % en el 2012 mientras que los precios lo harán un 0 %, 0.9 %, 0.7 %, y 0.9 % respectivamente. ¿Qué sucederá con el déficit? Como yo mismo argumentaba la semana pasada, si Zapatero sigue encabezonado en sus políticas de gasto sin freno, parece que este año y el siguiente rondará el 10 % del PIB, mientras que en los dos siguientes se irá acercando a su nivel de equilibrio (dadas políticas de gasto e ingreso) de, más o menos, entre el 6 y el 5 % del PIB. Usando estas proyecciones, acabaremos el año 2012 con alrededor del 70 % de deuda sobre PIB y 5 % de déficit sobre PIB; números claramente alejados de los objetivos de Maastricht. ¿Qué nos dice todo esto? Pues que claramente a día de hoy el nivel de deuda es bajo, pero el camino que esta parece estar tomando es, como mínimo, preocupante, por lo que Zapatero debería estar más preocupado de como re-encauzar dicho camino que de hacer la deuda aún mayor. Lo peor es, como el FMI explica muy bien en su último informe sobre nuestra economía, que España es el tercer país en el ranking de los países que esperan que sus finanzas públicas se deterioren debido al envejecimiento de la población. La situación es tan mala que el FMI hace nos hace la siguiente recomendación “publishing an intertemporal public sector balance sheet as part of the annual budget document to frame policies in a long run context.” Es verdad que gran parte del aumento de gastos que han disparado el déficit estaban, y están, fuera de su control (lo mismo con la caída de ingresos), pero lo que es decepcionante, sino frustrante, es que Zapatero quiera negar la realidad. La situación de la deuda como normalmente la calculamos va llegar a niveles del 70 % del PIB al cierre de la legislatura, y el balance del sector público, tal y como el FMI propone contabilizarlo, parece totalmente desbocado. El presidente de un gobierno con esos problemas debería preocuparse de cómo solucionar los problemas que para las cuentas públicas significará el envejecimiento de la población. En cambio, el presidente se está preocupando de poner parches al barco. No tengo detalles de cómo quiere bajar el gasto, pero parece que los sindicatos no están por la labor de congelar los salarios y el presidente ya ha prometido subir las pensiones mínimas. De nuevo, algo no cuadra aquí. Y mientras, las políticas de gasto e ingreso a corto plazo y el envejecimiento de la población a largo, hacen el achique de agua cada día más difícil y los parches cada día más inútiles.
Aclaro que el post anterior es cosecha de Juan Rubio pero coincide absolutamwente con la mía. Jajajaja