El Parlamento autonómico ha aprobado una norma de cooperación entre Cataluña y Francia con este contenido que reproduzco:
"Cooperación con Francia.
Cataluña desarrollará y fomentará la cooperación con las instituciones y la sociedad francesa en todos los ámbitos de interés común de acuerdo con los siguientes procedimientos, entre otros:
a) La creación de un órgano específico de la Comunidad Autónoma encargado de las relaciones con Francia y sus entidades territoriales.
b) La participación en las entidades, foros o instituciones españolas o mixtas en las que se formulen o desarrollen políticas relativas a las competencias regionales.
c) La planificación, negociación y ejecución de acciones y programas compartidos con entidades francesas, cualquiera que sea el origen de la financiación.
d) La planificación, negociación y ejecución de su propia política de cooperación transfronteriza.
e) La creación de organismos y servicios mixtos de interés común de cualquier naturaleza.
f) La difusión y promoción del francés y de la cultura francesa en Cataluña, bajo el principio de reciprocidad.
g) La celebración de acuerdos con instituciones y entidades territoriales francesas, en el marco de las leyes y tratados aplicables.
h) La participación en las reuniones gubernamentales hispanofrancesas de carácter periódico que puedan afectar a la región.
i) El fomento de unas relaciones económicas, comerciales y empresariales equilibradas y mutuamente beneficiosas".
No se indigne. No es que Cataluña camine hacia la independencia o que se salte la Constitución. Es la reproducción literal de un capítulo del Estatuto de Extremadura que PSOE y PP han pactado y que está en trámite en el Congreso. Sustituyendo Extremadura por Cataluña y Portugal por Francia en el texto se logra una polémica que no la hay en otras comunidades.
Lo mismo puede ocurrir con la reproducción de artículos sobre Justicia o lo que se ha tachado de "Tribunal Constitucional catalán", que está de forma idéntica en otros estatutos que el PP ha pactado, pero que ha recurrido en el caso de Cataluña. O las supuestas embajadas en otros países, que son oficinas comerciales reguladas en todos los estatutos.
¿Se imagina que el Estatuto de Cataluña tuviera un capítulo de relaciones bilaterales con Francia? Es sólo un ejemplo del recelo que provoca el exceso de prejuicio.
Lo clava Fernando Garea
en su blog de El País
2 comentarios
Pregunta retórica: ¿Por qué hay tanta genta interesada en dar la (falsa) impresión de que ha sido únicamente el PP quien ha presentado recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut?
No fue el PP el que se encargó de la campaña antiestatut con sus recogidas de firmas por toda España?
Pues eso.