El sistema electoral
Mi amigo el liberal(conservador)-reformista de centro-derecha me comentaba el otro día que anda muy decepcionado con la política en general y, más concretamente, con el sistema electoral. Los partidos nacionalistas son en su opinión los principales beneficiarios de un sistema que perjudica a los grandes partidos. Para mi amigo los sistemas ideales serían el mayoritario (presidenciales en Estados Unidos y generales en Reino Unido) o el de segunda vuelta (presidenciales y legislativas en Francia). En fin, independientemente de que me encantaría poder elegir al presidente de la República española con cualquiera de los dos sistemas, el caso es que en unas elecciones legislativas a la francesa o a la inglesa mi amigo se podría llevar alguna que otra sorpresa. Es cierto que en estos países se ven penalizados los partidos minoritarios, pero hay que puntalizar que los partidos nacionalistas no son para nada minoritarios en sus propias circunscripciones.
Si fuésemos a un sistema como el de las legislativas francesas, teniendo en cuenta las distribuciones de votos en las comunidades autónomas con presencia importante de partidos nacionalistas y que ningún partido obtendría la mayoría absoluta en primera vuelta, estaría por ver quién ganaría en las segundas vueltas. Y si fuésemos a un sistema mayoritario como el inglés, igualmente habría que ver cuál era la fuerza más votada en cada circunscripción de estas comunidades. Evidentemente Izquierda Unida se vería aún más perjudicada si cabe, pero me parece que al Partido Popular no le iba a hacer precisamente gracia el cambio.
Para terminar de romper mitos, la siguiente tabla muestra los resultados de las elecciones generales de Marzo de 2004. He ordenado los resultados según la última columna, que muestra el coste (medio) en votos de los escaños obtenidos por cada formación. Como se puede comprobar, los partidos nacionalistas no salen precisamente ganando con el sistema actual.
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