La última encuesta del CIS vuelve a reflejar un empate técnico, similar al que otras encuestas vienen apuntando desde hace varios meses. En esta ocasión, la diferencia en estimación de voto entre el PSOE y el PP es de tan sólo un 1,5% sobre voto válido a favor del PSOE. Y una vez más se ha producido nuestra paradoja estadística favorita: la diferencia en intención de voto que se obtiene directamente de las respuestas de los encuestados es muchísimo mayor: 9,9% a favor del PSOE, y eso que este dato es sobre el total del censo y no sólo sobre el voto válido. De hecho, el dato de intención de voto más simpatía refleja una ventaja del 12,6% para el PSOE. Desafortunadamente (para el PSOE), estos dos últimos datos no sirven por sí solos para realizar una predicción del resultado de las elecciones del 9 de Marzo, debido a varios aspectos que ya he comentado en alguna ocasión. Principalmente: la muestra de 18.221 entrevistas realizadas para el estudio del CIS no es suficientemente representativa, ya que hay demasiadas personas que recuerdan haber votado al PSOE en las elecciones pasadas y no hay suficientes que recuerdan haber votado al PP. En realidad, a la vista de la tremenda desviación que se observa entre las respuestas de los encuestados y la estimación del CIS, y recordando que este fenómeno se da en todas las encuestas, sean de quien sean, me atrevo a decir que las muestras utilizadas para las encuestas no son para nada representativas. Es evidente que algo falla: algunos votantes del PP son más reacios a responder en las encuestas, otros ocultan sus verdaderas preferencias, y otros directamente no están en casa cuando llega el encuestador.
Sea como fuere, el caso es que el CIS, la experiencia, y el sentido común, nos dicen que la ventaja del PSOE no es del 9,9% sino de sólo un 1,5% sobre voto válido. Y si los expertos nos dicen que las respuestas de la encuesta están desviadas debido a una sobrerepresentación de los votantes del PSOE, no tengo nada que objetar. Bueno, sí, una cosa: ¿Entonces de qué sirven el resto de datos que publica la encuesta? ¿Por qué no cocinan también el dato de la diferencia en valoración entre Zapatero y Rajoy, o las respuestas sobre los problemas de los españoles? ¿No están estas respuestas también desviadas? ¿De qué sirve que nos digan que Zapatero aprueba con un 5,36 y Rajoy suspende con un 3,95, o que un 50,4% prefiere que gane el PSOE, frente a un 26,2% que prefiere que gane el PP? Está claro que estas respuestas están tan desviadas como la de intención de voto. ¿No estamos mezclando churras con merinas?
En fin, mientras termino de aclarar estas dudas, he preparado un par de gráficos interesantes que, al estar basados precisamente en las frecuencias de preguntas cruzadas por recuerdo de voto, no deben estar demasiado desviadas.
Actualizado el domingo, antes de ir a misa de cañas a dar un paseo por la playa. Forges, como siempre, lo explica mejor que yo: