Crisis según se mire
La crisis inmobiliaria multiplica por diez la solicitud de viviendas protegidas en la Región de Murcia por parte de los promotores.
Según la Dirección General de Vivienda, entre el 15 de mayo y el pasado viernes, la Consejería ha recibido solicitudes para construir 1.817 viviendas protegidas, cuando en los doce meses anteriores las peticiones superaban por poco el millar, lo que significa que el ritmo de solicitud de VPO ha pasado de 80 al mes a 900(...)
Una de las novedades que más éxito está cosechando es la conversión de viviendas libres en VPO, puesto que en sólo dos meses los promotores han pedido utilizar esta fórmula en 249 viviendas
Pues qué queréis que os diga. La gente que firmó la compra de su casa antes de la crisis se ha hipotecado de por vida a pagar un precio inflado. Si estar en crisis supone que los promotores se pongan las pilas con las VPO y ahora 10 veces más jóvenes van a poder optar a comprar una vivienda a un precio bastante menor, pues bienvenida sea la crisis.
2 comentarios
Esto significa, entre otras cosas, que los promotores son unos sinvergüenzas, y los políticos de todos los colores que han consentido este disparate otro pedazo de sinvergüenzas.
Ahora los millares de ciudadanos hipotecados de por vida deberíamos exigir o sí o sí que nuestras hipotecas se transformen en HPO (hipotecas de protección oficial).
Este país no es serio. Esto es una casa de lenocinio de medio millón de kilómetros cuadrados. Mariquita el último.
Oye, pues me gusta eso de las HPO.
Lo más cachondo es que todavía hay gente que defiende lo que ha estado pasando y se queja de que no pueda continuar por lo mal ministro que es Solbes. El otro día en una comida con amigos uno me soltó sin cortarse que yo no podía quejarme del alto precio de la vivienda porque al haberme comprado una había participado de la ley de la oferta y la demanda. Algo así como aquello que dijo Cascos de que si la vivienda estaba cara era porque los españoles podíamos pagarla. Supongo que algunos simplemente prefieren no enterarse de que lo que ha habido en España no ha sido un mercado regido por sus inmutables leyes de la oferta y la demanda, sino un pedazo de burbuja especulativa de tres pares de cojones.
Claro que luego les oigo quejarse del precio de la gasolina y me pregunto si no será que es que nos estamos volviendo todos locos.