Para pasar página, primero hay que leerla
Manifiesto de Amnistía Internacional. Puedes firmarlo para expresar tu apoyo.
España tiene el deber de poner fin a la prolongada injusticia de la que han sido objeto las víctimas de desaparición forzada y otros crímenes y sus familiares, llevando a cabo las investigaciones necesarias para dar con el paradero de los restos de estas personas, y esclarecer las circunstancias en que tan graves abusos se produjeron.
Al llevar adelante esta tarea, España debe cumplir con las normas internacionales sobre la materia que su propio ordenamiento jurídico reconoce, y tal y como su práctica jurisprudencial refleja –de manera reiterada– al pronunciarse sobre las consecuencias legales de los crímenes contra la humanidad.
De acuerdo con el Derecho Internacional, los crímenes contra la humanidad no son susceptibles de amnistía, indulto o prescripción. Las normas convencionales sobre la materia, adoptadas con posterioridad a los hechos que deben ser objeto de investigación, es sabido, han simplemente recogido una obligación que ya existía anteriormente como norma consuetudinaria.
El Estado español no puede sustraerse a la obligación de investigar estos crímenes, y debe poner fin a la impunidad garantizando a las víctimas y a sus familiares su derecho a la verdad, la justicia y la reparación integral.
No es posible que los Tribunales españoles –en base a sus obligaciones bajo el derecho internacional– hayan asumido su competencia para investigar y perseguir los crímenes más graves de derecho internacional cometidos en países como Chile y Argentina, en cuyas causas han sostenido que las leyes de amnistía así como cualquier otra medida análoga carecen de validez en España, y se abstengan de investigar crímenes similares cometidos en su propio país.
2 comentarios
Ya he firmado. Espero que Amnistía Internacional consiga que los responsables (tu Gobierno del PSOE) haga algo a éste respecto. Menos mal que nos quedan las organizaciones internacionales para denunciar a los responsables de ésta parálisis judicial provocada por el Ministro de Justicia y el Fiscal General.
Buenísimo, Evaristo, recordar lo que nos hace "civilizados"; en este país cuesta aún comprender que jugamos con la misma baraja que fuera de nuestras fronteras. Y nos sale la bilis.
Un saludo