La semana del orgullo carca
El Cabildo de Cofradías distingue al juez Calamita
El Cabildo Superior de Cofradías de Murcia salió anoche en defensa del juez Fernando Ferrín Calamita, juzgado esta semana por retardar la adopción de una menor por parte de una lesbiana. Dicha institución decidió «por aclamación» concederle una mención especial al magistrado con motivo de los nombramientos y distinciones de la próxima Semana Santa. En declaraciones a La Verdad, el presidente del Cabildo, Antonio Ayuso, explicó que de esta forma «queremos mostrarle nuestro apoyo por su defensa de la familia y de unas ideas que compartimos».
Teniendo en cuenta que esta noticia representa una obvia toma de posición política por parte del Cabildo Superior de Cofradías de Murcia, espero que este año las procesiones de Semana Santa obtengan previamente su correspondiente autorización de la Delegación del Gobierno, como es el caso con cualquier otra manifestación reivindicativa, máxime si consideramos que se cortarán las principales calles de la ciudad durante varios días y que los manifestantes irán con la cara tapada.
Lo llevo diciendo desde hace tiempo, pero pasa como con lo de los crucifijos en las escuelas, que siempre te responden con el argumento demagógico de "¿a ti qué te molesta?" o con la manida apelación a las tradiciones culturales. Porque el caso es que a mi lo que me molesta no es que la gente se vista con túnicas y cargue con un paso de 1000 kilos, o que se cuelguen un par de palos de madera cruzados encima de la pizarra, sino que eso representa unas ideas que no todos compartimos, y entonces prefiero que tanto las ideas como los símbolos que las representan se mantengan en el ámbito privado de quienes quieran seguirlas. Entre otras muchas razones, porque precisamente aquellos que se preguntan con sorpresa si me molesta que me encuentre su crucifijo hasta en la sopa, son los mismos a los que molesta (y mucho) lo que hacemos los demás.
5 comentarios
Todavía no entiendes que la Semana Santa arrastra un montón de pasiones y tradiciones y que los que procesionan lo hacen por muchos motivos y no precisamnte porque sean superdevotos, sobre todo en Murcia.
En cualquier caso creo que te vas a tener que esperar sentao porque quítales tu la Semana Santa a los murcianos, a los cartageneros y no te digo na a un sevillano. Apañao vas.
País de sainete.
Pues me parece muy bien, le van a tener que llevar la distinción a la cola del paro al mierda éste...
Lo de la Semana Santa me parece exagerado...
Un par de palos cruzados (una media luna, una svástica...) no son nada en sí mismos. Su simbolismo está en la mente de quien los observa. Ciertamente que, conociendo el significado que se les atribuye a tales "símbolos" todos representan ideas. Pero no son de las ideas de las personas de quienes yo tendría que preocuparme, sino de las posibles acciones que esas ideas pudieran conllevar. Un hombre callado, sentado en un banco del parque, está lleno de ideas de todo tipo. Pero no representan nada mientras solo esté sentado. Tampoco representan mucho, si se decide a expresarlas y me cuenta sus creencias. Yo veré que caso hago de ellas. Comenzaré a preocuparme si, por esas ideas expresadas, el hombre decidiera hacer algo que a mí no me gustara.
Ciertamente que las paredes de esa escuela estarán igual con o sin el cucifijo. Y quienes acuden a ellas, también estarán igual con o sin el crucifijo allí colgando. Pero no se trata de eso. La gran pregunta es: ¿Vamos a quitar de los lugares públicos todos aquellos símbolos que molesten a alguien, o algún colectivo?
Hay millones de personas a las que la simple imagen de un cerdo les resulta ofensiva, debido a sus creencias. ¿Debemos quitar todas las patas de cochino de los bares,tascas y charcuterías de España?
guardafaro, quizás lo entiendas mejor si te pongo un ejemplo: ¿qué te parecería si en un aula de un colegio público hay un cartel con el puño y la rosa del PSOE colgado encima de la pizarra? (también me vale una gaviota del PP, o la hoz y el martillo) ¿te parecería mal que alguien pidiese que se quitase el cartel? Fíjate que, siguiendo tu razonamiento, en este caso tampoco hay que preocuparse ni el cartel representa nada en sí mismo.
Lo que pasa es que en este tema hay un problema de enfoque: no se trata de quitar un símbolo de un lugar público porque a alguien le molesta, sino de que nadie debería haberlo puesto en primer lugar, y menos tratándose de un colegio. No pinta nada ahí, no viene a cuento, es ridículo siquiera que se tenga que pedir que lo quiten. El crucifijo en la Iglesia, y en clase la pizarra. Y si sobra sitio encima se pone una más grande.