¿Por qué viví en Lovaina? (y IV)
¿Por qué viví en Lovaina? Estas fotos pueden ayudar a explicarlo. Se trata de una de esas ciudades universitarias por excelencia, con siglos de historia, pero llena de vida. Durante el curso se adueñan de ella los estudiantes, que viven en pisos compartidos (op kot), comen una dieta basada en kebaps, patatas fritas y pizzas, salen de noche a beber cantidades industriales de Stella Artois, Hoegaarden o de Koninck (een bolleke), se aficionan al cine (el sneak preview siempre se llena) y, aunque el autobus les sale gratis, van en bicicleta a todas partes. Yo me fui a vivir allí con 22 años (me quedé hasta los 27) y, aparte de que mi alto nivel de colesterol viene de esos tiempos y que nunca llegué a comprarme mi propia bicicleta, la ciudad se merece, cuando menos, esta serie de cuatro posts. Nunca me he sentido tan libre, tan perdido, tan valiente, tan triste, tan feliz, tan solo o tan mal acompañado como cuando viví en Lovaina.
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