Que viene el lobo
Pedro era un pastorcillo alegre y bromista que cuidaba su rebaño de ovejas en un monte. Un día que se aburría junto a sus corderos se le ocurrió ponerse a gritar con todas sus fuerzas:
- ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Que alguien me ayude! ¡El lobo! ¡Que viene el lobo!
Los campesinos que estaban al pie del monte ocupados en los trabajos de la tierra dejaron todo y subieron corriendo. Al verles aparecer cansados y sudorosos Pedro se partía de risa. Los campesinos vieron que el muchacho les había gastado una broma y volvieron enfadados a sus tareas.
Unos días más tarde el pastor embustero repitió el grito de alarma con mucha, insistencia:
- ¡Auxilio! ¡El lobo, el lobo! ¡Labradores, que viene el lobo y se va a comer las ovejas! .
Aunque dudaron un poco, los campesinos fueron corriendo de nuevo y por segunda vez se vieron burlados por Pedro, enfadándose muchísimo.
Pero un día llegó el lobo de verdad. Estaba hambriento y empezó a comerse las ovejas. Pedro volvió a llamar a los labradores gritando muchas veces:
- ¡El lobo! ¡Ha venido el lobo! ¡Socorro, Socorro!
Los campesinos creyeron que sería una broma, como las veces anteriores y nadie acudió para ayudar a Pedro que vio como el lobo acababa con su rebaño. Cuando los labradores se enteraron de lo sucedido se enfadaron con Pedro y le dijeron:
- Esperamos que esto te haya servido de lección, las personas que mienten no pueden esperar que los demás confíen en ellas, pero te daremos cada uno de nosotros una oveja para que puedas volver a tener un rebaño.
Moraleja: si no hay ninguna razón para pensar que el gobierno vaya a "rendirse ante ETA", ni a "traicionar a los muertos", ni a "concederle la independencia" al País Vasco", no te manifiestes tres veces en un año contra algo que no existe. Porque, si algún día necesitas manifestarte contra algo que sea realmente injusto, a nadie le va a interesar ya.
0 comentarios