jueves, febrero 25, 2010

Cuba



Viva Cuba libre y que los cubanos puedan vivir en ella en libertad.

martes, febrero 23, 2010

Besugos

Aviso para lectores de El Mundo con memoria de pez: las "noticias" que este "periódico" (leánse las comillas en tono irónico) publica en los últimos días sobre el 11M tienen más años que matusalén. Sí, se encontró DNT, y sí, uno de los peritos dijo "Ahora sí que me voy a cagar en la madre que parió a los Tedax", pero eso ya se ha publicado en portada no sé cuántas veces en los últimos años.

Toda esa información ya fue valorada por el tribunal que juzgó los atentados del 11 de Marzo de 2004, y que llegó a la conclusión en su sentencia de que "Toda o gran parte de la dinamita" usada en el atentado y empleada por los terroristas que se suicidaron en Leganés "procedía de la mina Conchita", así como que "No se sabe con absoluta certeza la marca comercial" de la dinamita, pero eso "no impide llegar a conclusiones judiciales". Tampoco es tan difícil de entender.

Qué país.

miércoles, febrero 17, 2010

Sobre recetas y curanderos

En el Partido Popular están tan convencidos de que sus "recetas" son las únicas posibles para curar a la enferma economía española, que llevan unos días planteando que Zapatero solo tiene dos opciones: hacer suyas las propuestas del PP o abandonar el Gobierno. Es obvio que se trata de una forma de plantear el debate un tanto presuntuosa, por calificarla de una manera suave, pero no es eso lo que me parece más interesante en este caso. Me llaman más la atención las razones que esgrime Rajoy para estar tan convencido de la bondad de sus "recetas"; ha dicho hoy en el Congreso, dirigiéndose a Zapatero:

¿Me puede explicar usted la coherencia y eficacia de sus medidas? Las nuestras no se han aplicado, pero cuando se aplicaron algunas parecidas se crearon cinco millones de puestos de trabajo y el prestigio de España no tenía nada que ver con el que tenemos en este momento.
Y ahí es donde, en mi opinión, está la madre del cordero. Porque lo que está por debatir es si ese crecimiento que el PP esgrime como exitoso no fue más bien un ejemplo de libro de que crecer mal sólo resulta en pan para hoy y hambre para mañana. Se ha repetido ya hasta la saciedad que la gran "culpa" de Zapatero en esta crisis fue no verla venir y, sobre todo, no haber hecho nada para evitarla en la época de vacas gordas; se argumenta que el presidente debería haber tomado medidas más ambiciosas para cambiar el modelo productivo, demasiado dependiente del ladrillo; se dice que se dedicó a felicitarse por las buenas cifras económicas sin preocuparse de lo que ocurriría después, cuando la burbuja estallara. Y yo me pregunto: ¿qué son esos cinco millones de puestos de trabajo de los que habla Rajoy sino la burbuja misma? ¿Qué era ese prestigio de España ("el milagro español") sino una gran pirámide especulativa sustentada en puestos de trabajo inmigrantes de bajísima cualificación, como nos vienen recordando los principales diarios económicos de medio mundo? ¿Cómo se puede tener la cara dura de sacar pecho de ese crecimiento basura en un debate en el que de lo que se culpa al Gobierno actual es precisamente de no haber sabido cambiar el modelo a tiempo?

sábado, febrero 13, 2010

Nuestra nueva casa en La Haya



Actualizado el lunes 15. Mejor así:





viernes, febrero 12, 2010

Las culpas (II)

martes, febrero 09, 2010

Las culpas



Actualizado el 11 de Febrero. El anónimo dijo:

Dime en qué momento del mandato de Aznar estuvieron las casas más caras que nunca, se iniciaron más casas que nunca o se terminaron más casas que nunca, lo que a tí te dé la gana.


I rest my case...

lunes, febrero 08, 2010

Cara yo gano, cruz Zapatero pierde

Cuando el gobierno de Zapatero toma una medida "social" la noticia de portada del día siguiente puede ser que la bolsa ha respondido con una bajada del Ibex35, o que el Financial Times, el FMI o la OCDE nos advierten de que vamos por el mal caminc, o que Aznar ha comentado en una entrevista a algún medio extranjero que Zapatero está despilfarrando y endeudando a las próximas generaciones con su ideología radical dictada por los sindicatos. En esos casos las tertulias políticas suelen comentar el movimiento del presidente diciendo algo así como "el áfil, madre de dios, el álfil".

Cuando el gobierno de Zapatero toma una medida "impopular" la noticia de portada del día siguiente puede ser que la gente de la calle está en contra, o que el partido del gobierno ha bajado en intención de voto, o que si los sindicatos no plantean una huelga general es porque están comprados con subvenciones, o que Rajoy (sin entrar a valorar la medida, con la que en el fondo está de acuerdo) ha comentado en una entrevista a algún medio nacional que Zapatero es un chisgarabís que va dando bandazos y no tiene las ideas claras. En esos casos en las tertulias políticas se suele argumentar que Zapatero no es lo suficientemente de izquierdas y que está traicionando a sus votantes.

Dice Rajoy que todos estos problemas dejarán de existir cuando se vaya Zapatero, y tengo que reconocer que estoy de acuerdo con él. Y ya que parece que los gobiernos del PSOE o son demasiado socialistas o no lo son lo suficiente, está claro que lo mejor es que gobierne la derecha: así, cuando tomen medidas "sociales" se resaltará su perfil moderado, conciliador, "de centro", con la mano tendida a los sindicatos; y cuando tomen medidas "impopulares" se mostrará lo bien que las han recibido las bolsas, los empresarios, los autónomos y la prensa económica internacional, al tiempo que se relativizará el descontento de la calle resaltando el perfil de estadista del presidente, que no piensa en los votos sino en lo que es mejor para el país. En fin, resumiendo, que sí, que lo mejor es que al presidente lo elija la prensa, que es al fin y al cabo la que mejor sabe lo que más nos conviene, ¿no os parece?

jueves, febrero 04, 2010

¿De derechas o de izquierdas?

El Barómetro del CIS de Enero incluye una serie de interesantes preguntas sobre la ideología de los españoles en las que los encuestados califican varios conceptos como "ser de derechas" o "ser de izquierdas". Se registran también las respuestas espontáneas de "ambas" o "ninguna", pero para simplificar no las he tenido en cuenta en las gráficas, en las que muestro la relación entre los valores:





Me ha llamado la atención la extraordinaria coincidencia de estos datos con un estudio de Jonathan Haidt sobre valores morales que leí hace tiempo, según el cual las personas "de izquierdas" (liberals en inglés) y las "de derechas" (conservatives) muestran un comportamiento diferente frente a lo que serían los 5 pilares morales: daño-cuidado, igualdad-reciprocidad, lealtad de grupo, autoridad-respeto y pureza-santidad. El estudio está basado en unos cuestionarios que se realizan a personas que se auto-identifican como "de izquierdas" o "de derechas", y muestra los siguientes resultados en una escala de 0 a 5. El color verde corresponde a mi propia clasificación, el rojo es la media de los "de izquierdas" (liberals) y el azul la de los "de derechas" (conservatives).



Lo que refleja el estudio es que las personas "de izquierdas" dan mucha importancia a los dos primeros pilares, que son los que implican tratar de forma correcta a los demás, y dan poca a los otros tres, que están relacionados con la pertenencia a una comunidad y con ser un defensor del orden y de las tradiciones. Las personas "de derechas" muestran un patrón distinto, dando una importancia intermedia a los 5 pilares por igual. Es importante resaltar que con este estudio no se trata de entrar a valorar si una concepción moral es mejor que otra, sino de reflejar una realidad social.

Si queréis saber cómo encajáis vosotros en los 5 pilares morales, esta es la dirección (en inglés). Para más información, este vídeo de una interesante conferencia de Haidt sobre el tema.

Con dos cojones (laicos)

miércoles, febrero 03, 2010

Mr. Burns



Jose Luis Feito, presidente de la Comisión de Economía de la CEOE:

Eso de que el modelo productivo basado en la construcción era equivocado es una falacia. España está abocada a una masiva destrucción de empleo si no se corrijen a la baja los salarios. Las empresas no pueden pagar los salarios que a todos nos gustaría y que algunos querrían pagar, ya que no pueden pagar subidas superiores al incremento de la productividad y el de sus productos. Si los salarios se reducen, el empleo cae muy poco; son simples leyes de aritmética.

¿Simples leyes de aritmética? Veamos:

- Hace diez años había en España menos trabajadores en la construcción que en Francia, Italia y Alemania, y diez años después, en 2007-2008, su número era superior al de esos tres países juntos.

- Según un informe elaborado por Adecco y la escuela de negocios IESE sobre la evolución del salario en 14 países europeos entre 2003 y 2008, el salario medio en España se sitúa en los 21.500 euros brutos al año, lo que supone casi la mitad de la retribución de más de 40.000 euros de Reino Unido, Holanda y Alemania, y un 20% inferior a la media de la UE.

- Noticia del año 2004 (gracias a un comentario de Lordo en lo de Escolar): el endeudamiento de las familias españolas en relación a su renta bruta disponible se ha duplicado en la última década, pasando del 45 por ciento a principios de los noventa hasta alcanzar el 90 por ciento con los últimos datos disponibles (...) Con este incremento, los hogares españoles, que partían de un grado de endeudamiento muy inferior al de la media de los países de la zona euro, la ha sobrepasado en muy breve espacio de tiempo.

- Noticia de 2007 (también gracias a Lordo): Mientras los beneficios empresariales suben, el poder adquisitivo del salario medio ha bajado un 4% entre 1995 y 2005: España es el único país de la OCDE en el que se ha producido ese retroceso, en términos reales.

Pero no, lo que hace falta es que se pueda despedir gratis, bajar los sueldos (más aún) y que los trabajadores se queden un rato más (si cabe) por la tarde, que mira que tienen prisa en irse a casa con lo mal que va el país. Gandules, que sois unos gandules.

martes, febrero 02, 2010

Algunos datos sobre el paro

En condiciones normales el paro sigue un patrón similar cada año: baja en Marzo, Abril, Mayo, Junio y Julio, sube en Agosto, Octubre, Noviembre y Enero, y no varía mucho en los meses de Febrero, Septiembre y Diciembre, si bien en estos dos últimos meses suele subir ligeramente. Enero es siempre el peor mes con una subida que, cuando no hay crisis, suele rondar el 3% con respecto al mes anterior: en el periodo de 2000 a 2007 la media fue exactamente del 3,17%. Nótese que no incluyo en el cálculo los malos meses de Enero de 2008 (6,22%) y 2009 (6,35%) precisamente para que ese dato sea estrictamente de los años de bonanza.



Me llama poderosamente la atención por tanto que todo el mundo se escandalice hoy de la subida del paro en Enero de 2010 de un 3,18% con respecto al mes anterior. Si nos fijamos en los últimos 12 meses, anormal fue claramente lo poco que bajó el paro en aquellos meses en que tenía que haber bajado. Anormal fue seguro que subiese tanto en Septiembre o Diciembre. Anormal fue, sobre todo, la gran subida del mes de Febrero pasado, cuando normalmente el paro no varía en ese mes, o las subidas de Marzo y Abril, cuando debería haber bajado. ¿Pero este mes de Enero? ¿Anormal que haya subido un 3%? Que suba el paro no es bueno, desde luego, pero que suba en Enero es más normal que en ningún otro mes.



La madre del cordero está, obviamente, en qué va a pasar en los próximos 6 meses, que es cuando debería empezar a bajar. Atentos.

lunes, febrero 01, 2010

Anatomía de un instante

Un brillante párrafo del libro Anatomía de un instante, de Javier Cercas:

Un cliché historiográfico afirma que el cambio de la dictadura a la democracia en España fue posible gracias a un pacto de olvido. Es mentira; o, lo que es lo mismo, es una verdad fragmentaria, que sólo empieza a completarse con el cliché opuesto: el cambio de la dictadura a la democracia en España fue posible gracias a un pacto de recuerdo.

Hablando en general, la transición -el período histórico que conocemos con esa palabra equívoca, que sugiere la falsedad de que la democracia fue una consecuencia ineluctable del franquismo y no el fruto de una voluntariosa e improvisada concatenación de azares facilitada por la decrepitud de la dictadura- consistió en un pacto mediante el cual los vencidos de la guerra civil renunciaron a ajustar cuentas por lo ocurrido durante cuarenta y tres años de guerra y dictadura, mientras que, en contrapartida, tras cuarenta y tres años ajustándoles las cuentas a los vencidos los vencedores aceptaban la creación de un sistema político que acogiese a unos y a otros y que fuese en lo esencial idéntico al sistema derrotado en la guerra. Ese pacto no incluía olvidar el pasado: incluía aparcarlo, soslayarlo, darlo de lado; incluía renunciar a usarlo políticamente, pero no incluía olvidarlo.

Desde el punto de vista de la justicia, el pacto entrañaba un error, porque suponía aparcar, soslayar o dar de lado el hecho de que los responsables últimos de la guerra fueron los vencedores, que la provocaron con un golpe de estado contra un régimen democrático, y porque también suponía renunciar a resarcir plenamente a las víctimas y a juzgar a los responsables de un oprobioso ajuste de cuentas que incluyó un plan de exterminio de los vencidos; pero, desde el punto de vista político -incluso desde el punto de vista de la ética política-, el pacto fue un acierto, porque su resultado fue una victoria política de los vencidos, que restauraron un sistema en lo esencial idéntico a aquel que habían defendido en la guerra (aunque uno se llamase república y el otro monarquía, ambos eran democracias parlamentarias), y porque quizá el error moral hubiese sido intentar ajustar las cuentas a quienes habían cometido el error de ajustar las cuentas, añadiendo oprobio al oprobio: eso es al menos lo que pensaron los políticos que hicieron la transición, como si todos hubieran leído a Max Weber y pensaran como él que no hay nada éticamente más abyecto que practicar una ética espuria que sólo busca tener razón, una ética que, "en lugar de preocuparse de lo que realmente corresponde al político, el futuro y la responsabilidad frente a él, se pierde en cuestiones, por insolubles políticamente estériles, sobre cuáles han sido las culpas en el pasado" y que, incurriendo en esta indignidad culpable , "pasa además por alto la inevitable falsificación de todo el problema", una falsificación que es el resultado del interés rapaz de vencedores y vencidos en conseguir ventajas morales y materiales de la confesión de culpa ajena.

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