La asociación de víctimas del PP
Ayer, mientras volvía de uno de mis fines de semana express en España, leí un artículo de Javier Marías en El País Semanal que me gustó mucho. Me pareció muy valiente y creo que expresa a la perfección lo que yo también pienso.
En verdad este país es anómalo. ¿Qué ha pasado en él para que hasta el colectivo de personas que merecía –y tenía– toda nuestra compasión, nuestro respeto y nuestro apoyo se esté convirtiendo en uno de los grupos sociales más antipáticos, irrazonables, verbalmente agresivos y –lo que es peor– temibles? Desde que el señor Alcaraz se puso al frente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, ésta ha pasado a ser, para gran parte de la población, algo con lo que más vale no cruzarse ni encontrarse en la calle, y yo no sé hasta qué punto sus miembros más sensatos, menos manipulados y envenenados –aún habrá muchos, espero–, se dan cuenta del flaco favor, incluso del enorme daño, que ese dirigente les está haciendo al utilizarlos principalmente como “brazo manifestante” de la extrema derecha mediática, encabezada por la emisora radiofónica de los obispos siembracizañas.
La AVT ha anunciado una querella contra Marías por lo que les parece un texto "demagogo, injusto e indemostrable". En fin, sobran las palabras: aquí podemos ver una recopilación de algunas de las declaraciones más demagogas, injustas e indemostrables de Francisco José Alcaraz, presidente de la AVT.
Por otro lado, la madre de Irene Villa, víctima de ETA y miembro de la AVT, ha dicho hoy en una entrevista en La Razón que
Perdonaré a Zapatero, aunque me ha hecho más daño que los terroristas que me mutilaron.
Yo no me lo explico...
1 comentario
Lo de Alcaraz es una traca venenosa que nos obligan a tragar a diario. Un empeño en formar parte del problema en lugar de la solución. Antes del reciente imperio de Alcaraz, de las víctimas sólo habíamos oído siempre "que yo sea la última"...
Sobre lo de Irene Villa... si Zapatero hizo el comentario comparando con su abuelo, metió la pata. Un comentario así sólo se puede hacer en un contexto más abstracto, entre gente no víctima reciente. Pero a una víctima de cualquier daño, suceso, agresión o enfermedad es normal que no le hagan gracia las comparaciones. Otra cosa -que también- es que Irene Villa y su madre posiblemente tenían su tendencia ya antes de que Zapatero abriera la boca.
Todo el respeto para cualquier víctima de cualquier tipo de violencia. Pero, por favor, que nunca una víctima -de cualquier tipo de violencia- desee que haya más.