El dilema del batasuno
Una vez más, mi bloguero inglés favorito da en el clavo, y explica muy bien un problema de esos que supuestamente sólo podemos entender los españoles
The problem, as I have pointed out before, is with the law that was used to make Batasuna illegal. Any other organisation that opposes that law, as they are entitled to do, also risks being made illegal if they present candidates for election to try and offer representation to that section of the electorate that supported Batasuna (...)
Now it is fairly clear that ANV shares similar ideological principles with Batasuna, but that is not the same as saying the two organisations are identical. ANV's statutes explicitly rule out support for violence, and the fact that the party has existed as an independent entity during many years means that it cannot simply be regarded as a creation of ETA. The PP's attempts to portray any radical nationalist organisation as being an extension of ETA would lead to a situation where no legal expression of these political positions would be possible (...)
What seems likely to happen now is that a percentage of ANV's candidates will be challenged in the courts, those that have had some past connection to Batasuna. This in itself is an interpretation open to question as it seems to say that once someone has been a Batasuna candidate then they cannot stand for another party. The law and the interpretations made of it end up being almost entirely political.
7 comentarios
Muy bien, entonces, me podrías decir porque hay un partido político que se sitúa en el espectro ideológico de HB y no fue en su día ilegalizado?? (ARALAR).
Lo que sucede con Batasuna no es que se ilegalice por defender lo que defiende, sino por formar parte de ETA (misma financiación,información, etc.)
La fórmula de la condena explícita de la violencia es una gilipollez que se inventaron para poder ilegalizar rapidamente batasuna cuando hubo el atentado de santa pola, pero la clave no es lo que pongan sus estatutos o lo que digan sus dirigentes (puras formalidades), sino lo que efectivamente hagan.
Anónimo, estoy de acuerdo con lo que escribes en tus dos primeros párrafos. Vayamos con el tercero:
1. La fórmula de la condena explícita será una gilipollez, y la incluirían en la ley por lo que fuese, pero el caso es que una vez en la ley está claro que el fiscal y el juez tienen que tenerla en cuenta.
2. Es evidente que es más importante lo que hagan que lo que pongan en sus estatutos o declaren en ruedas de prensa, pero el caso es que la Guardia Civil y la policía han entregado un informe al juez en el que le dicen que no se puede demostrar la vinculación con ETA. Y a partir de él es cuando Garzón dice eso de que "no se puede producir una cadena inacabable de suspensiones ni ilegalizaciones si no hay indicios probatorios incontestables". Supongo que nadie está pidiendo que vayamos a una ilegalicación preventiva basada en lo que creemos que ANV puede hacer.
O sea que, con la ley en la mano, lo que dice Graeme en su post en inglés tiene todo el sentido. A menos que alguien esté proponiendo que nos saltemos la ley, claro...
Pues quitamos del texto de la ley esa "gilipollez" de la violencia, e insertamos otra línea que deja la decisión en manos de Angel Acebes para su próxima rueda de prensa. No hace falta tener a los jueces tomando decisiones políticas.
El ejemplo de Aralar es interesante, ¿que pasa si en unas futuras elecciones ese partido decide expresar su oposición a la ley de los partidos incluyendo a unos candidatos del entorno de Batasuna? ¿Vamos a decir que Aralar forma parte de ETA con esa decisión?
Lo más interesante de lo que dijo Garzón es que viene precisamente de uno de los jueces más activistas en el momento de suspender asociaciones, o controlar las actividades de Batasuna. Ya no puedo mas, escribo mejor en inglés.
Saludos
El problema fue hacer una ley a medida para ilegalizar un partido, ley antidemocrática de principio a fin. Lo mejor va a ser eso, que sea Acebes quien decida quien es o no legal. Seguro que podemos confiar en él.
Hola, soy el anónimo del primer comentario. Quería comentar varías cosas:
- lo de la condena explícita del terrorismo creo que fue lo que utilizaron para ilegalizar batasuna en el 2002, pero no es una conducta que esté en la Ley. Espero no parecer muy pedante con lo que voy a decir a continuación: si miras la Ley (Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos)lo que pone es que cabe la disolución de un partido político "cuando de forma reiterada y grave su actividad vulnere los principios democráticos o persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o eliminar el sistema democrático, mediante las conductas a que se refiere el art 9 (art. 10.2.c).
En el art. 9 viene una lista de conductas que son las que hace batasuna, no siendo ninguna de ellas la de "no condenar la violencia" (no me ha parecido verla tras una lectura rápida).
Lo que quería decir yo es que el no condenar la violencia no quiere decir nada (yo opino que batasuna forma parte de ETA y el hecho de que salga otegui condenando la violencia no hace cambiar mi opinión), fue una fórmula que se inventaron ese verano para, tras el atentando que hubo, instar inmediatamente a la ilegalización del partido. Sólo quería decir eso, no que hubiera que ilegalizar un partido preventivamente.
- existen, o por lo menos existió en su día prisa para ilegalizar a batasuna para que no pudiera presentarse a las elecciones municipales de 2003, por dos razones: la primera de ellas es que se quiere evitar que se hagan con los censos electorales; y la segunda es que si a posteriori se constata que es un partido que colabora con una organización terrorista y se insta a su ilegalización, sería necesaria luego la colaboración de los respectivos ayuntamientos para hacerla efectiva (cuando se ilegalizó Batasuna como partido de la Cámara Autónomica no hubo ninguna consecuencia, pasaron al grupo mixto - creo - y siguieron cobrando las subvenciones correspondientes, que es básicamente por lo que se aprueba la ley, para poner más trabas a su financiación). Creo que estas son las razones por las que se prefiere evitar que no se presenten a las elecciones.
- el último comentario que hago: creo que estamos confundiendo dos cosas: una es la ilegalización de batasuna (en base a la ley de partidos), que es competencia del Tribunal Supremo (la llamada Sala del 61, por el artículo 61 LOPJ; esto es lo dicen en las noticias ahora de que la fiscalia va a solicitar la impugnación de no se cuantas listas de esas agrupaciones electorales ) y otra cosa, que es lo que garzón ha hecho ahora, que es ver si se puede ilegalizar el partido por ser una asociación ilícita (derecho penal).
Creo que no me dejo nada, un saludo.
El principal problema, Álvaro, es que estás dando por sentado, como Acebes, que ANV es Batasuna. Pero si da la casualidad de que no se puede demostrar, y eso es lo que tenemos encima de la mesa por decisión judicial (me importa un bledo quién sea el juez), eso es lo que hay.
Si no podemos demostrar que ANV sea Batasuna, no se puede ilegalizar. Y estoy con el blogger inglés, si cerramos completamente el paso a un cambio de posiciones de defender la independencia de Euskadi por medio de la violencia a hacerlo sin servirse de ella, conseguiremos que no cambien de posición. Pero su cambio de posición es lo que nos interesa, como hicieron en su día Oniaindía y otros, que terminaron en otros partidos, democráticos.
Cada día que pasa me parece más chapuza la famosa ley.
Gracias por las aclaraciones, Álvaro. Comprendo tu punto de vista, y está claro que tú no estás defendiendo que nos saltemos la ley ni nada parecido (como yo insinuaba en algún comentario anterior). Lo que pasa es que creo que nos movemos en un terreno demasiado subjetivo, y ahí no sé si tengo que culpar a la ley o a las interpretaciones que de ella se hacen en estos días. En cualquier caso, el mero hecho de que se preste a interpretaciones tan dispares me reafirma en mi opinión de que esta ley no es tan beneficiosa como se suele decir.
Estoy con graeme, paco y animal político: si ANV es Batasuna para la policía, no hay más que hablar. Si no lo es, entramos en juicios de intenciones. Y eso no deja a nuestro sistema democrático en muy buen lugar...