El lamentable y bochornoso montaje
En la portada de El Mundo y en el editorial de hoy, Pedro J. Ramírez califica la sentencia del Supremo que absuelve a los policías del caso "Bono/Hidalgo" de lamentable legitimación del montaje policial. Para el director de El Mundo, el comunicado que Bono emitió ayer (ver mi post anterior) mostrando su satisfacción por la sentencia es bochornoso y arremete contra el PP.
No le mereció ningún comentario a Pedro J. que su propio periódico publicara hace un año un bochornoso artículo en el que, legitimando el montaje judicial de Hidalgo y compañía, Jiménez Losantos arremetía de forma lamentable contra el PSOE:
La sentencia de tres a cinco años de cárcel contra los policías del Gobierno de Zapatero que detuvieron ilegalmente, en el más típico estilo chequista, a dos militantes del PP por la inventada agresión a Bono (...)
Sin control judicial, sin respeto por la Ley, sin los controles de todo régimen liberal democrático, la Policía no es Policía. Serán chequistas, escuadrones de la muerte, rambos clandestinos o comisarios de extranjis; policías, no. (...)
Lo que hoy resulta urgente es que el que en la sentencia aparece como numen político de la fechoría policial, el Delegado del Gobierno en Madrid y perito en contabilidad de manifestantes, Constantino Méndez, no sea la única víctima política de un escandalazo como no padecía la Policía española desde los tiempos de Amedo y el GAL (...) Mientras tanto, sea bienvenida la primera condena de la Policía política de Zapatero. No será la última.
Me encanta cuando se pican...
3 comentarios
Opino que habrá que mantener la esperanza de que se les vaya cayendo todo el chiringuito. A ver si se consigue.
Bueno, Fedeguico tiene razón en una cosa: lo del chequismo. Porque yo a todos los checos que he conocido de voluntaria me los fusilaba, la verdaz (¿qué pasa, no se puede celebrar el Orgullo del Chiste Malo?).
El chiringuito no se puede caer solo: hay que tirarlo, y eso parece que no nos entra en la cabeza...
Small, tienes razón, a ver si cada uno vamos haciendo lo que podamos. Yo arrimo el hombro, no creas.