Los diputados del bar
ATENCIÓN, ESTE POST ES POLÍTICAMENTE INCORRECTO Y PUEDE HERIR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR.
En los últimos días las policías española y francesa llevan detenidos 6 terroristas y han impedido al menos 3 atentados inminentes. Son ya más de 100 los etarras puestos a disposición judicial desde que comenzó la tregua hace algo más de un año, durante la cual no sólo no se acercó a ningún preso a cárceles del País Vasco, sino que el único al que se había aplicado el segundo grado (sobre una condena de 3 años, hay que recordarlo) volvió a prisión en cuanto ETA dio por finalizada la tregua. Como esta realidad choca bastante con las profecías apocalípticas que la derecha ha venido realizando en los últimos tiempos, según las cuales ZP habría rendido al estado frente a ETA, Rajoy ha recurrido a la única explicación posible para todo cristiano de bien: es un milagro. Mientras tanto, Aznar, que un año después del asesinato de Miguel Ángel Blanco negoció con ETA y dio amplias muestras de generosidad hacia la banda, recibe un premio por no negociar con ETA de una fundación que lleva por nombre el del concejal asesinado.
Y yo me pregunto ¿Por qué se ponen en ridículo de esta forma? ¿Qué espera obtener el Partido Popular de esta estrategia de absurda confrontación permanente y en todos los frentes? ¿No se dan cuenta de que así se alejan de los votos del centro, tan decisivos en las elecciones generales?
Pues precisamente lo hacen para ganar las próximas elecciones. Que sí, esperan ganar… y no, no son tontos. Saben perfectamente lo que están haciendo.
La derecha es por definición más fiel que la izquierda: en general, se trata de votantes a los que no les van los principios en ello, sino el bolsillo, con lo que no suelen ser tan críticos. Y no se quedan en su casa para darle un toque de atención al líder de turno. Ni hartos de vino. Un ejemplo: en el panorama político madrileño se supone que se está librando una cruenta batalla entre dos formas distintas de entender la derecha, representadas por Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón. Se supone también que habrá gente que esté más de acuerdo con las formas de la presidenta que con las del alcalde y vicecersa. El caso es que en las últimas elecciones municipales y autonómicas los dos ganaron de forma abrumadora y con porcentajes de votos muy similares. En otras palabras: ningún votante de derechas (en términos estadísticamente significativos, se entiende) dejó de votar a uno de los candidatos para darle ese "toque de atención". Estoy seguro de que un escenario similar con candidatos de izquierdas habría ofrecido resultados muy diferentes.
Es por todo lo anterior que no comparto la idea de que la estrategia de confrontación del PP vaya dirigida exclusivamente a mantener el voto de sus incondicionales. Al contrario, va dirigida a pescar votos nuevos, ya que los otros los dan por seguros. Simplemente, en mi opinión, no están tratando esta vez de captar votos "de centro", aunque a veces hagan algún guiño en esa dirección por si cuela. El mensaje falso y catastrofista del "se rompe España" y "Zapatero pacta con la ETA" va dirigido a despertar el voto de quienes no suelen votar, pero no porque estén desengañados, sino porque sencillamente no tienen ni idea. Va dirigido a los sesudos lectores de El Mundo que realmente piensan que se trata del único periódico que les cuenta "lo que pasa de verdad" de forma objetiva. A quienes creen que Pedro J. es de los invitados "moderados" en los debates de 59 Segundos. Va dirigido a los millones de abstencionistas que siguen cada día las noticias de actualidad… deportiva. El mensaje del PP no distingue entre ideologías: se dirige por igual a las seguidoras de la Pantoja y a sus detractoras. Va dirigido a los que sólo se quedan con el titular, a los que no llegan nunca a leer el desmentido de la noticia falsa, a los que hablan sin tener ni idea, a los que no escuchan porque de todas formas no comprenden lo que oyen. Va dirigido a los diputados del bar y a los senadores del taxi. A los del "yo mandaba los tanques al País Vasco" o "con lo que ganan los futbolistas se podrían hacer más pantanos y se acababa el problema del agua".
Cada vez que Rajoy hace una declaración demagógica o dice una soberana tontería, a cientos de miles de personas les parece que "ese tío sí que sabe". George Bush lleva 8 años gobernando en Estados Unidos con el mismo truco. Cuidado.
QUE CONSTE QUE LO HE ADVERTIDO.
1 comentario
Claro que sí. Por increíble que parezca, son muy peligrosos...