jueves, abril 10, 2008

El líder previsible del partido unido

Antes de las elecciones, los votantes del PP no sabían -al menos no se les decía desde la dirección del partido- qué iba a pasar con Zaplana, que ahora es diputado raso, ni con Acebes, que no se sabe qué es, ni por cuanto tiempo.

Rajoy ya había dicho que él pretendía seguir si perdía el 9 de Marzo, pero tras la derrota la cosa no está tan clara, y Esperanza Aguirre parece estar barajando seriamente la posibilidad de disputarle la presidencia del PP. Este extremo fue repetidamente negado por la presidenta de la Comunidad de Madrid antes de las elecciones, con lo que tampoco aquí los votantes del partido parecen haber sido informados adecuadamente.

También se había dado a entender a los votantes del PP que Pizarro sería el responsable del área económica del PP, si no el ministro de Economía, y ahora no está claro siquiera si seguirá de diputado.

Del mismo modo, y después de haber retrasado hasta el último momento la decisión en contra del deseo expresado por Gallardón de ir en las listas al Congreso por Madrid, parece que finalmente quizás no esté todo perdido y ahora se baraja su nombre para algo importante en el partido. Son mensajes claramente contradictorios sobre el papel del alcalde de Madrid antes y después del 9 de Marzo.

Antes de las elecciones no estaba nada claro que el PP fuese a embarcarse en una renovación de cargos. Al contrario, el mensaje de Rajoy era el del líder previsible de un partido unido que transmite confianza y sabe cuál es la mejor política para afrontar los problemas del país. Nada que ver con la situación sólo un mes después: una portavoz del Grupo Parlamentario que muchos en el propio PP tachan de demasiado joven e inexperta, grupos de comunicación tradicionalmente afines en clara disputa con la dirección, lucha abierta por la presidencia del partido, incertidumbre sobre el futuro de Acebes, Gallardón, Pizarro, la propia Aguirre... el propio Rajoy.

Confianza. Las ideas claras. Con cabeza y corazón. Mucho eslogan y mucho repetir que ellos son previsibles y la gente sabe lo que piensan, pero el caso es que a día de hoy es perfectamente posible que el PP acabe conviertiéndose en menos de 2 meses en un partido distinto, liderado por personas distintas, con apoyos mediáticos distintos y una estrategia distinta de la de aquel partido al que sus votantes dieron su confianza hace tan sólo un mes.

1 comentario

Anónimo dijo el 11/4/08 11:30 a. m.

Que van directos a la escisión. Pedro J. y Losantos han lanzado su órdago a la grande y no se van a cortar un pelo. ¿Un verdadero partido de derecha sin complejos dejando el espacio de centroderecha al PP? Mimbres sobran: Espe, Pizarro, Alcaraz, Vidal-Quadras...

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