La dichosa lista más votada
Dice Rajoy que "es evidente" que "no puede ser" que un partido que no gana las elecciones "y se queda a una distancia sideral" acabe gobernando gracias a pactos con otras formaciones. En su opinión, se debería establecer un porcentaje mínimo de votos, que ha cifrado en el 30%, para que un partido pueda gobernar una Comunidad Autónoma o un Ayuntamiento, ya que, a su juicio, es "una falta se respeto a los votantes" que gracias a los pactos gobierne la segunda o tercera fuerza política más votada.
Qué jodío. Como estoy seguro de que alguno habrá que piense que lo que ha dicho Mariano no está tan mal, os voy a explicar por qué en mi opinión sí lo está:
1. Para empezar, porque no está tan claro que siempre haya un partido que tenga más del 30% de los votos. En Bélgica el domingo pasado tuvieron estos resultados:
Cristiano Demócratas flamencos: 18,51%
Derecha valona: 12,52%
Extrema Derecha flamenca: 11,99%
Liberales flamencos: 11,83%
Socialistas valones: 10,86%
Socialistas flamencos: 10,26%
Verdes valones: 5,10%
Liberales flamencos (Dedecker): 4,03%
Verdes flamencos: 3,98%
Extrema Derecha valona: 1,97%
No sé lo que opinará Mariano, pero no son unos resultados buenos ni malos. Son los que han querido los electores. Cualquiera de las posibles mayorías es perfectamente legítima y no defrauda a nadie más que a quien no sabe perder y pretende que le cambien las normas una vez que ha empezado el partido. Alguien podría argumentar que muchos de los posibles pactos no serían bien recibidos por los electores, pero eso es algo que ya se encargarían ellos mismos de corregir en la siguiente convocatoria electoral, así que por fortuna no necesitamos que Mariano nos defienda de este hipotético problema.
2. Pero es que además nuestro sistema electoral no funciona como Mariano quiere: el sistema español es proporcional y no mayoritario o de segunda vuelta (como en Reino Unido o Francia, respectivamente), lo que quiere decir que es más difícil que un solo partido obtenga una mayoría suficiente para formar gobierno. Y si no puede obtener esa mayoría, no ha "ganado las elecciones", por mucho que sea la lista más votada. En España, después de unas elecciones, es tarea de los partidos políticos intentar obtener una mayoría de diputados (la mitad más uno) que les permita apoyar a su candidato en la elección del presidente del Gobierno. Es costumbre que al partido más votado se le conceda prioridad a la hora de obtener dicha mayoría pero, en cualquier caso, si no lo consigue deberán intentarlo los demás partidos. No sólo están en su derecho, es que es su deber.
Si un partido de derechas obtiene el 42% de los escaños y dos partidos de izquierdas el 29% cada uno, el partido de derechas no puede formar gobierno y los dos partidos de izquierdas sí. Es evidente que si los electores hubiesen querido que gobernase el partido de derechas le habrían dado un 51% de los escaños. O quizás el partido de derechas podría haber sido en realidad de centro y entonces tendría posibilidades de gobernar en coalición con el partido más cercano a sus posiciones de los otros dos, si a este le pareciese oportuno. Pero donde no hay, no hay. Sobra decir que el partido de derechas puede solicitar un cambio en nuestra Constitución para que vayamos a otro sistema, en cuyo caso se me ocurre un comentario:
Es curioso como algunos solicitan cambios en las reglas cuando les conviene, a la vez que muestran una extraordinaria convicción para rechazar los cambios propuestos por los demás con el argumento de que la constitución no hay que tocarla.
3 comentarios
Tienes absolutamente toda la razón. Y ya verás con qué gusto le van a dar el gobierno de Canarias a CC.
Saludos
Por supuesto. Precisamente porque el sistema lo permite (e incluso lo favorece), todos los partidos intentan que lo que han dicho los ciudadanos sea lo más parecido posible a lo que nosotros queremos que se haga. Así que ninguno renuncia a formar un gobierno si tiene la opción, sea la fuerza más votada, o la segunda o la tercera.
Lo que pasa es que el Partido Popular calcula que va a estar en más casos en la situación de ser el partido más votado pero sin opción de llegar a un acuerdo, y por eso pide el cambio de reglas. Si algún día vuelve a llevarse bien con CIU y PNV (y por lo que veo Unión Mallorquina) pensará de forma distinta.
Saludos...
La realidad es que los partidos se prostituyen para alcazar cuotas de poder y el votante, al menos en mi caso, no tiene capacidad de prever qué tipo de pacto va a efectuar el partido al que ha votado una vez pasadas las elecciones. Así, es posible que al votante del PSOE no le importe que su partido se coaligue con IU pero ¿qué tal unirse a UPN en Navarra? ¿Seguiría votando igual de haberlo sabido? Por no mencionar el caso de Baleares donde una coalición de seis partidos, desde la derecha de UM hasta la izquierda radical del Bloc va a conformar un gobierno de lo más variopinto. Apuesto que habrá votantes de UM que renegarían de unirse al Bloc, y a la recíproca. Deberíamos modificar el sistema e ir a votaciones directas a candidatos con nombres y apellidos, candidatos que nos digan qué van a hacer cuando ganen las elecciones y a los que se le puedan exigir responsabilidades posteriormente, sin esconderse tras el escudo del partido y su poder de manipulación de los medios. El tiempo de votar al "símbolo del partido" ya pasó; somos una sociedad más culta ¿o no?