Los que no son ni del uno ni del otro
Es de sobra conocido que una mayoría de votantes en España se identifica ideológicamente con el punto medio de una imaginaria escala izquierda/derecha. Un 42%, para ser exactos, según la última encuesta de Metroscopia. Es lo que se conoce como "el centro".
En realidad no es así exactamente. Para empezar porque el uso de los términos izquierda y derecha es meramente metafórico. Cuando alguien se autobica en la izquierda o en la derecha, se puede acaso inferir que simpatiza con determinados valores y políticas del PSOE o el PP, en cada caso. Pero al no haber ningún partido "de centro", no está claro con qué valores o políticas se identifica un encuestado que se define así. En todo caso, cada uno tendrá su propia idea de lo que significa el centro.
Como ya he comentado en alguna ocasión, autoubicarse en el centro puede ser una forma de expresar moderación, alejándose de la (supuesta) radicalidad de los partidistas de izquierda o derecha. Mucha gente se encuentra más cómoda en la ambigüedad del "ni del uno ni del otro", y prefiere situarse a media distancia entre los grandes partidos. No está claro si su problema se vería resuelto en el caso de existir un partido de centro: es probable que entonces simpatizar con él les pareciese igualmente radical y partidista. Otros están de acuerdo con algunas medidas tradicionalmente "de izquierdas", al tiempo que no ven con malos ojos otras medidas tradicionalmente "de derechas", y llaman a eso ser de centro. El problema está quizás en que su cocktail de medidas de un lado y otro no se corresponde con el programa de ningún partido, y estaría por ver que coincidiese con los cocktails de toda la gente que se dice de centro como ellos. Por último, autobicarse en la mitad del espectro ideológico es también otra forma de decir "no entiendo de política, o no me interesa", si al encuestado no le apetece reconocerlo cuando le preguntan. Y claro, lo más probable es que estas personas se abstuviesen también aunque existiese un partido de centro.
En cualquier caso, y sea por la razón que sea, el hecho es que un 42% de los españoles se ubica en ese centro, y de ellos un 39% no sabe a quién votará o directamente no piensa hacerlo. De un total de 34.900.000 de españoles en edad de votar, eso son 5.700.000 votantes autoubicados en el centro y que no se inclinan por ninguno de los dos grandes partidos, bien porque no se han decidido aún, o porque no piensan votar.
En las elecciones pasadas el PSOE obtuvo 1.250.000 votos más que el PP. En 2000 fue el PP el que consiguió 2.400.000 votos más que el PSOE. En 1996 el PP obtuvo 300.000 votos más que el PSOE. Así que ahí lo tenemos una vez más: esos votantes indecisos de centro tienen la llave. Es probable que alrededor de 3 millones de ellos finalmente se queden en casa. Pero cerca de otros 3 millones sí irán a votar, y casi todos optarán por alguno de los dos partidos mayoritarios. ¿Por cual? Tanto el PSOE como el PP intentan conseguir su voto, ¿pero cómo acertar con el mensaje adecuado si este grupo incluye a gente que se autoubica en él por razones tan dispares?
1 comentario
El centro es como el Tarot: hay gente que se siente más cómoda creyendo que existe. Para mí, la izquierda que no vota es izquierda de palo. Hay una razón más que sobrada para votar izquierda, y es que un millón, puede que más, personas de izquierdas murieron fusilados, de hambre, de piojos o de frío para que yo pueda votar ahora. Lo demás, giliflautadas.