Lo que no me gusta de El Mundo
Son ya varios los posts que he dedicado a comentar el curioso modo de entender el periodismo del diario El Mundo. Con frecuencia, apunto a las comparativas del blog de Martínez Soler sobre las portadas de El Mundo y El País. Coincido con él en que, en muchos casos, el problema no está en las noticias de fondo o en la forma en que éstas están redactadas, incluídos sus titulares. El problema, a mi modo de ver, está en el envoltorio. En la forma en que esas noticias son servidas a los lectores. Me refiero a la portada, los editoriales, las famosas citas (no, las citas no las eligen al azar).
En este país (y en la mayoría, no nos equivoquemos), está claro que todos tendemos a comprar el periódico que tiene una línea editorial más acorde con nuestras propias ideas. Es, por otro lado, normal. Desde siempre, uno de los mayores atractivos de los periódicos lo han proporcionado las columnas y artículos de opinión que éstos incluyen, en ocasiones firmados por periodistas y escritores de renombre. Por otro lado, es un requisito indispensable en cualquier medio de comunicación que éste ofrezca información veraz y de calidad. Y la regla de oro en periodismo es no mezclar ambas cosas: opinión con información. El lector quiere tener claro qué esta leyendo en cada momento. A partir de ahí, cada cual es libre de elegir el periódico que más le guste, con toda la subjetividad que conlleva el término.
Lo que no entiendo es esa obsesiva tendencia a mezclar opinión con información que muestra El Mundo portada tras portada. Valga de muestra esta recopilación de titulares de las portadas de El Mundo de este mes de Febrero (las negritas son mías):
El Gobierno, ERC y la Caixa apelan a la españolidad para rechazar la OPA alemana.
El PSOE permite que el Parlamento vasco pida que no se derrote a ETA.
Euforia de Batasuna e Ibarretxe ante los indicios de negociación con ETA.
Zapatero alega que ETA no mata pero Otegi vincula paz y autodeterminación.
Peces-Barba se va acosado por las víctimas tras discrepar con Zapatero.
Bono redobla la ofensiva del PSOE para debilitar al Gobierno Maragall.
'Pakito' pide la misma acumulación de penas que Pumpido apoya para Parot.
El Gobierno pone condiciones fáciles a la Caixa en la OPA contra Endesa.
Conde-Pumpido depura a Fungairiño para facilitar la negociación con ETA.
Rabat reclama la soberanía de Ceuta y Melilla en plena visita de Zapatero.
¿Realmente eran necesarios todos esos verbos y adjetivos tan, por llamarlos de alguna manera, insinuantes? ¿Debe un titular mostrar tan claramente la opinión del informador? ¿Dónde está la separación entre información y opinión?
1 comentario
Sí, ya sé que la situación es así desde hace mucho tiempo. Y que hay otros diarios que cometen errores parecidos. Pero no me gusta generalizar. Igual que no me gusta eso de "todos los políticos son iguales", porque no todos son iguales. Y a mi sí hay periódicos que me gustan. Yo no creo, por ejemplo, que El País mezcle información y opinión de la forma que lo hace El Mundo.