La insoportable parcialidad del ser
Una de las acusaciones más comunes a las que nos enfrentamos los que expresamos nuestras ideas llamándolas por su nombre es la de no ser imparciales. La acusación en sí no presentaría problemas, por obvia, de no ser porque suele emplearse para inferir otras cosas que ya no son tan obvias (1), y porque tiene como consecuencia una práctica bastante ridícula que acaba pervirtiendo el debate (2).
(1) Yo me considero una persona de izquierdas. He votado al Partido Socialista en las últimas ocasiones y, en principio, tengo pensado hacerlo en las próximas. Estoy de acuerdo en que se puede decir que soy parcial en lo que se refiere a debates sobre dicho partido (si alguien quiere además entender "parcialidad" como sinónimo de "seguidismo" o "borreguismo", ése es su problema). No creo, sin embargo, que tenga sentido llegar a la misma conclusión en lo que se refiere a debates sobre ideas, más que nada porque en ese caso todos estaríamos sujetos a la misma crítica: todos tenemos ideas y el mero hecho de defenderlas nos convierte en parciales (de nuevo, si alguien entiende "defender sus ideas" como sinónimo de "yo siempre tengo razón, los demás están equivocados y todo vale con tal de que así parezca", ése es su problema).
Más aún, y esto es lo más importante, que yo pueda ser parcial a la hora de debatir temas políticos no implica que mis argumentos sean menos válidos. Un argumento es válido o no por sí mismo, no dependiendo de la persona que lo formule. ¿Qué más da quien aporte el dato de que Acebes, con las infomaciones de que disponemos, no podía estar diciendo la verdad el 13 de Marzo de 2004 a las 14:30 cuando seguía apostando por ETA como principal línea de investigación y afirmaba que ningún miembro de las fuerzas de seguridad del estado le hubiese indicado que fuese Al Qaeda? ¿Es más o menos cierto dependiendo de si el dato lo aporta alguien que se autodenomina apolítico o alguien que se autodenomina socialista? ¿Y si es un votante del Partido Popular el que "reconoce" la mentira de Acebes? ¿Es más cierto el argumento en ese caso? La respuesta a todas estas preguntas es, evidentemente, no. La parcialidad de la persona no invalida ni un ápice su argumento ni el dato en que lo sustenta, al igual que tampoco le aporta una mayor credibilidad. Lo importante es la veracidad del argumento en sí.
(2) Teniendo en cuenta que habitualmente no se valora lo que acabo de exponer, sino que los argumentos esgrimidos por personas que no esconden su ideología suelen verse penalizados por ello, la consecuencia inevitable es que acabemos cayendo en la tentación de envolver nuestras ideas con un manto de pretendida imparcialidad. No nos engañemos: un mismo argumento tiene mayores probabilidades de aceptación si es expuesto por una persona que se autodenomine imparcial que si es defendido por alguien "de izquierdas" o "de derechas". De igual modo, no debe sorprendernos que mucha gente prefiera no posicionarse abiertamente cuando participa en un debate. Al fin y al cabo, nadie quiere que sus posibilidades se vean reducidas antes incluso de empezar.
2 comentarios
yo me considero ni de izquierdas ni de derechas, sino una perosna que está este mundo, queno lo pedi estar, y vivo mi vida espero que bien, pero que me manejen otros es lo que me rebienta... todo lso politicos cuando lelgan al poder son iguales,.. sdolo les interesa el dinero, está claro.,
Me encanta tu post. Lo suscribo plenamente y es un tema sobre el que reflexionado desde distintos ángulos muchas veces.
Yo no creo, por cierto, que todos los políticos sean iguales. Unos son mucho más iguales que otros.
También soy votante socialista, aunque no les haya votado siempre. También soy parcial, como tú. Pero, como tú, también creo en la validez de los argumentos.