lunes, marzo 05, 2007

Las dos varas de medir la indignación

Cuando el Gobierno del PP hace 9 años acercaba o concedía el tercer grado a 5 presos de ETA con penas que sumaban más de 500 años por "razones humanitarias", estaba haciendo "gestos", tomaba "sopesadas decisiones políticas" y era "consciente de la relevancia de crear una nueva dinámica en el País Vasco". Uno de los presos tenía una hernia de disco, otro una hernia inguinal y otro sufría un trastorno psiquiátrico.

Cuando el Gobierno del PSOE concede la prisión atenuada en régimen de segundo grado a un preso de ETA con una pena de 3 años, ante los informes médicos que atestiguan que su vida corría peligro, está "cediendo al chantaje", es una "afrenta a las víctimas", pone en evidencia la "dramática debilidad del Gobierno"...

Cuando un preso del GRAPO estaba en huelga de hambre en 1990, El Mundo informaba

Las bandas que unen sus esqueléticas extremidades a la cama son las ligaduras que le mantienen atado al lecho, para impedir que se desprenda de la alimentación forzosa. El Mundo considera que esta es una forma de tortura y que ningún ser humano merece tan indigno trato cualesquiera sean sus delitos (...)

Un horror que vale más que mil palabras y que aspira ser un aldabonazo en la sensibilidad de una sociedad indiferente al dolor ajeno a veces demasiado pendiente de la condición política de estos seres humanos. Pero la imagen pretende ser sobre todo, un toque de atención a la conciencia del Gobierno, pasivo ante el tremendo problema y esquivo a la hora de asumir responsabilidades. Porque le concierte, y mucho, lo que muestra descarnadamente la foto, por más que el ministro de Justicia Enrique Múgica se empeñe en decir que el Ejecutivo no tiene nada que ver con la muerte de los GRAPOS en huelga de hambre. Al Estado, en última instancia, le interesa fijar en su retina el lastimoso estado del preso y reparar, sobre todo, en las gruesas correas con las que está atado de pies y manos a la cama. Una forma de tortura que no merece ni Fernando Fernández -un terrorista con un siniestro historial delictivo a sus espaldas- ni ninguna otra persona, independientemente de los delitos que haya podido cometer.

Imprescindibles también el documento sobre las "cesiones al chantaje" (según la nueva doctrina "liberal") de ETA cuando secuestró a Ortega Lara
ETA secuestró al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara el 17 de enero de 1996. A cambio de la liberación del secuestrado, la banda exigía el reagrupamiento de los presos etarras en cárceles próximas al País Vasco.

Entre 1996 y 1997 el Gobierno del Partido Popular reagrupó a 43 presos de ETA en cárceles del País Vasco o próximas al País Vasco.

Al menos 13 de esos presos tenían delitos de sangre. Entre todos sumaban 26 asesinatos.

Los acercamientos se realizaron mientras ETA mantenía secuestrado al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.

El Gobierno dijo abiertamente que la medida se tomaba para intentar que ETA liberara a Ortega Lara.

y la entrevista a la Directora general de Instituciones Penitenciarias que ayer publicó el País.

No sé con qué varas mide su indignación Pedro J, el director de ese periódico que me parece una mierda, ni con qué varas las miden los dirigentes del PP, o sus simpatizantes. Yo tengo muy claro que la hipocresía me indigna. Mucho.

Actualizado el 6 de Marzo. Más injustificables cambios de opinión. Y no soy el único que lo piensa.

2 comentarios

Godofredo dijo el 5/3/07 8:30 p. m.

Con la vara de la hipocresía, con esa vara lo miden. He ojeado esta mañana El Mundo (de un compañero, lo juro, yo no compro basura de forma consciente) y efectiviwonder eso no es un periódico, es una mierda.

Anónimo dijo el 5/3/07 10:12 p. m.

Evaristo gracias por tu esfuerzo documental y de argumentos.
Un síntoma inequívoco del fanatismo es la hipocresía, que permite los actos según quién los haga. Si es de los "mios": si. Si es de los "malos":no.
Tan simple como eso.
Zapatero y el psoe ganaron unas elecciones LEGITIMAMENTE, pero no pueden soportarlo y le dan al saco haga lo que haga, aunque antes de ayer lo hayan hecho ellos mismos igual o más.
Maldad hubo y habrá, pero ahora la siembran, la cosechan y la reparten. Los emisores del odio seguro que saben que con esas cosas no se juega. ¿entonces?. ¿quieren dar miedo?.

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