Mentira
Independientemente de que al final se le acabe declarando culpable de una figura penal o de otra, cada vez está más claro que Francisco Camps mintió cuando dijo que él pagó en metálico con dinerito de la farmacia de su mujercita los trajecitos que le regalaba su amiguito del alma. ¿Y ahora qué hacemos?
Hay unos ciudadanos que entienden que un político debe dimitir en cuanto queda probada la mentira, otros que optan porque lo haga si se mantiene la acusación de cohecho, otros que prefieren que lo haga solo cuando se haya dictado sentencia, e incluso otros que son partidarios de esperar hasta que se resuelva el último recurso. Hasta los hay que minimizan el delito y niegan la mayor. El votante del PP aguanta lo que le echen, hasta que les mientan. No es la primera mentira de un dirigente del PP que le sale gratis, ni será la última:
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