Castigando a los desempleados
Traducción libre del último artículo de Paul Krugman en el New York Times. Habla de Estados Unidos, pero explica muy bien por qué, en contra de lo que puede parecer a primera vista (que es donde se quedan algunos), precisamente en medio de una crisis y con un alto nivel de desempleo es cuando más contraproducente es caer en una espiral de "recortes" y "austeridad" (sin que eso signifique que haya que "despilfarrar"):
Hubo un tiempo cuando todo el mundo daba por sentado que el seguro de desempleo, que normalmente termina después de 26 semanas, se ampliaría en tiempos de desempleo persistente. Era, de acuerdo a la mayoría, lo decente que hacer.
Pero eso era entonces. Hoy en día, los trabajadores estadounidenses se enfrentan al peor mercado de trabajo desde la Gran Depresión, con cinco personas que buscan empleo por cada plaza vacante, y con un periodo medio de desempleo de unas 35 semanas. Sin embargo, el Senado se fue de fin de semana sin extender las prestaciones por desempleo. ¿Cómo es posible?
La respuesta es que estamos frente a una coalición de los sin corazón, los despistados y los confundidos. Nada se puede hacer sobre el primer grupo, y probablemente no mucho sobre el segundo. Pero quizás sea posible aclarar algo de la confusión.
Por los sin corazón me refiero a los republicanos que han hecho el cálculo cínico de que el bloqueo de todo lo que el presidente Obama trata de hacer -incluido, o quizá sobre todo, cualquier cosa que pueda aliviar el dolor económico de la nación- mejora sus oportunidades en las próximas elecciones legislativas. No pretenda sorprenderse: sabe que están ahí, y constituyen una gran parte del partido republicano.
Por los despistados me refiero a gente como Sharron Angle, el candidato republicano a senador por Nevada, que ha insistido reiteradamente en que los desempleados deliberadamente eligen quedarse sin empleo, de modo que puedan seguir recibiendo beneficios. Una declaración suya de muestra: "Se puede ganar más dinero en paro que se gana si te molestas en conseguir uno de esos puestos de trabajo, honestos, pero que no pagan tanto. Hemos creado tantos subsidios que realmente hemos malcriado a nuestra ciudadanía".
Ahora, yo no tengo la impresión de que los estadounidenses desempleados estén malcriados; me parece más bien que "desesperados" es el término adecuado. Uno duda, sin embargo, si alguna cantidad de pruebas podría cambiar la visión que la Sra. de Angle tiene del mundo -y hay, por desgracia, mucha gente de nuestra clase política como ella.
Pero también hay, es de esperar, al menos algunos políticos que están honestamente mal informados acerca de lo que las prestaciones por desempleo hacen -que creen, por ejemplo, que el senador Jon Kyl, republicano de Arizona, tenía razón cuando declaró que extender los beneficios empeoraría el desempleo, porque "seguir pagando una indemnización de desempleo a la gente es un desincentivo para que busquen un nuevo trabajo." Así que vamos a hablar de por qué esta creencia es totalmente equivocada.
¿Reducen las prestaciones de desempleo los incentivos para buscar trabajo? Sí: los trabajadores que reciben prestaciones de desempleo no están tan desesperados como los trabajadores sin prestaciones, y es probable que sean ligeramente más exigentes respecto a la aceptación de nuevos puestos de trabajo. La palabra clave aquí es "ligeramente": la investigación económica reciente sugiere que el efecto de las prestaciones por desempleo en el comportamiento del trabajador es mucho más débil de lo que se creía anteriormente. Aún así, es un efecto real cuando la economía va bien.
Pero es un efecto que es completamente irrelevante para nuestra situación actual. Cuando la economía está en auge, y la falta de suficientes trabajadores dispuestos limita el crecimiento, unos beneficios de desempleo generosos pueden mantener un nivel de empleo menor de lo que hubiera sido de otra manera. Pero, como se habrán dado cuenta, ahora mismo la economía no está en auge -de nuevo, hay cinco trabajadores desempleados por cada plaza vacante. El corte de las prestaciones a los desempleados les hará aún más desesperados por trabajar, pero no pueden aceptar empleos que no hay.
Espere: hay más. Una de las razones principales por las que no hay suficientes puestos de trabajo en este momento es la débil demanda del consumidor. Ayudar a los desempleados, poniendo dinero en los bolsillos de la gente que realmente lo necesita, ayuda a apoyar el gasto de los consumidores. Es por eso que la Oficina Presupuestaria del Congreso estima que la ayuda a los desempleados es una forma altamente rentable de estímulo económico. Y a diferencia de, por ejemplo, grandes proyectos de infraestructuras, la ayuda a los desempleados crea puestos de trabajo rápidamente -mientras que permitir que se pierda, que es lo que está sucediendo ahora mismo, es una receta para un crecimiento del empleo aún más débil, no en un futuro lejano, sino durante los próximos pocos meses.
¿Pero no se agravará el déficit si extendemos las prestaciones por desempleo? Sí, un poco, pero como algunos hemos estado discutiendo en detalle, ser cicatero en medio de una economía muy deprimida no es manera de tratar con nuestros problemas presupuestarios a largo plazo. Y ser cicatero a expensas de los desempleados es cruel y equivocado.
Entonces, ¿hay alguna posibilidad de que estos argumentos calen? No, me temo, al menos en los republicanos: "Es difícil conseguir que un hombre entienda algo", dijo Upton Sinclair, "cuando su sueldo" - o, en este caso, su esperanza de retomar el Congreso - "depende de que no lo entienda¨. Pero también hay demócratas centristas que han caído en los argumentos en contra de ayudar a los desempleados. De ellos depende dar un paso atrás, darse cuenta de que han sido engañados - y hacer lo correcto al aprobar la extensión de las prestaciones.
3 comentarios
"Por los sin corazón me refiero a los republicanos que han hecho el cálculo cínico de que el bloqueo de todo lo que el presidente Obama trata de hacer -incluido, o quizá sobre todo, cualquier cosa que pueda aliviar el dolor económico de la nación- mejora sus oportunidades en las próximas elecciones legislativas".
Si sustituimos republicanos por "Partido Popular" y Obama por "Zapatero", tenemos una radiografía perfecta de la realidad política de nuestro país, ¿no crees?
Un saludo
Sin duda, Alberto, sin duda. ¿Recurrirán también allí ante su Tribunal Constitucional todas las leyes con las que no están de acuerdo? Me hace gracia sobre todo que el PP luego pretenda que ellos son el partido Demócrata. Ya. Y si mi abuela tuviera ruedas sería una bicileta.
Y si sustituimos "Paul Krugman" por cualquiera de los columnistas habituales de "Público" ya tenemos la analogía completa. ("El PP/los republicanos no arriman el hombro", "Para el PP/los republicanos cuanto peor, mejor", etc...).
Ah, espera... Que Krugman es colaborador de Público.XDD