Un fragmento de la opinión de ayer de Iñaki Gabilondo en Cuatro
Ha habido tantos arañazos, enfrentamientos tan fuertes y sobre asuntos de tal importancia, que se han establecido distancias entre familiares, amigos y conocidos con ideas diferentes. Nadie lo dice pero todos saben que se ha llegado a esto. Y es serio. ¿Cómo ha podido ocurrir?. ¿Quién es el responsable?. El gran culpable, sin duda, es el terrorismo. Mata a los que mata y envenena a toda la sociedad, pero luego debe denunciarse su utilización política. Es un pecado que, en mayor o menor medida, todos los partidos han cometido. Pero ninguno como el PP. Su comportamiento ha sido un escándalo. La enorme tensión que se observa en España hubiera sido imposible sin la estrategia de oposición del PP. Es la estrategia que le dio éxito en los noventa y que busca repetir ahora. Sin límites, sin freno, con acusaciones de gravedad extrema, tratando al Presidente como a un traidor, un enemigo del pueblo, un enemigo de España. Ahora, cerca de la meta, el PP se disfraza de moderado. El relevista mas fotogénico, para la última posta. Pero el estrago está hecho, eso sí que es romper España.
Sinceramente, se puede discrepar de muchas cosas y se pueden defender todos los puntos de vista imaginables en cada debate político, pero por muchos recursos retóricos de que uno disponga, en este tema no hay matices a los que agarrarse.
En democracia cada uno vota a quien le da la gana. Faltaría más. Por las razones que quiera. Faltaría más. Sé que mucha gente, por ejemplo, vota al Partido Popular porque es el que mejor defiende sus intereses en materias como los impuestos o la legislación laboral. Y no sólo comprendo sus razones sino que además me parecen perfectamente legítimas. Muchos de esos votantes del PP que menciono podrán decir que ellos son de centro, o que todavía no tienen decidido su voto. Otros se excusarán en que no están de acuerdo con todo lo que hacen o dicen los dirigentes del partido, o intentarán lavarles la cara excudándose en titulares inventados de un periódico cuyas mentiras pretenden ignorar. Pero a mí eso ya no me vale.
Ya no vale hacerse el tonto. El Partido Popular de hoy no es lo que uno quiera que sea, sino lo que sus dirigentes han hecho de él. No es un partido de centro (entendiendo por centro un híbrido entre valores progresistas y conservadores), así que si le votas o tú no eres de centro o le estás dando tu voto a un partido que no defiende tus valores, o al menos está claramente en contra de algunos de ellos. Sin querer entrar en polémicas, es evidente que se puede afirmar que el Partido Popular no siempre dice la verdad, o que su estrategia en la oposición antepone sus intereses electorales a los del estado, o que es el primer responsable de la crispación política. Así que si le votas estás aprobando esos comportamientos, por mucho que estés en contra de ellos.
Si eres uno de esos votantes del PP y te das por aludido: no, no quiero que le votes al PSOE. No tendría sentido, porque imagino que tampoco el PSOE defiende tus valores. Lo que quiero es que alces la voz y te quejes. El PP está haciendo daño a la convivencia en este país, y no va a cambiar si nadie se lo pide. Y, evidentemente, si se lo pido yo a mí sí que no me va a hacer caso.