El año que viene se conmemorará el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin y el 150 aniversario de la publicación del Origen de las Especies, su obra más universal. Estos días se están dando a conocer algunas iniciativas de las Iglesias Católica y Anglicana que me gustaría comentar.
La Iglesia Anglicana ha creado una página web desde la que, según los medios de comunicación, piden perdón a Darwin
Charles Darwin: 200 años después de tu nacimiento, la Iglesia de Inglaterra te debe una disculpa por malinterpretarte y por, además de tener una reacción equivocada, haber animado a otros a no comprenderte tampoco.
En realidad se trata de un falso ejercicio de disculpas, puesto que, en mi opinión, el verdadero objetivo de la web es resaltar los vínculos de Darwin con la Iglesia, así como recuperar una vez más la ya manida
lista de citas extraídas de contexto con las que demostrar el viejo mito de que Darwin recuperó la fe antes de morir. ¿Cómo se puede entender como disculpa un texto en el que la Iglesia Anglicana se excusa en una supuestamente ya superada
mala interpretación del trabajo de Darwin, para seguidamente
afirmar que "no hay nada en el método científico que contradiga la enseñanza cristiana"? Da la sensación de que es al contrario: hace 150 años la Iglesia Anglicana entendió perfectamente lo que significaba el trabajo de Darwin, y ahora lo que hacen es intentar convencernos mediante un ambiguo y falso discurso de que la evolución de las especies no entra en conflicto con el cuento del Dios personal preocupado por los asuntos humanos.
Por su parte, la Iglesia Católica ha decidido
organizar un congreso sobre el aniversario del Origen de las Especies. El Vaticano no considera que deban pedir perdón ya que "la Iglesia católica no lo ha condenado nunca". En cualquier caso, y chulerías aparte, está claro que su posición es la misma que la de la Iglesia Anglicana: la evolución "no es incompatible a priori con el magisterio de la Iglesia católica, con el mensaje de la Biblia y de la teología". Si no puedes con tu enemigo, únete a él.
En mi opinión es evidente que en ambos casos se trata de iniciativas que no van dirigidas a conmemorar nada, sino más bien a intentar utilizar la figura de Darwin y su trabajo para ocultar con un manto de respetabilidad las enormes incongruencias que la ciencia encuentra cada día en los pilares fundamentales de las religiones. La doctrina cristiana no es para nada compatible con la evolución de las especies. La ambigua y gratuita afirmación de que la evolución y el magisterio de la Iglesia no son incompatibles no resiste el más mínimo examen crítico. ¿De qué forma pudo Dios, según la Iglesia, guiar el proceso de evolución de la especie humana? ¿Cómo pudo haber previsto el resultado final? Si el Génesis es en realidad una
metáfora de la evolución, como sostiene la actual postura oficial de la Iglesia, esto querría decir que el autor del Génesis conocía el verdadero origen del hombre, pero decidió utilizar una metáfora para explicarlo. ¿Con qué objeto? ¿Y por qué entonces utilizar una metáfora en tan clara contradicción con la realidad? ¿De qué sirven las sagradas escrituras entonces si la
verdad revelada falla en temas de tanta trascendencia como el origen del hombre?