Mi amigo el liberal (conservador) dice que cree que ETA estuvo detrás del atentado del 11M. A mí me parece que mi amigo el liberal (conservador) en realidad lo que cree es que al PP le beneficiaría que de alguna manera quedase en el aire la opción de que ETA hubiese estado implicada. O dicho de forma más sencilla: mi amigo confunde la realidad con sus deseos. Lo curioso es que, más allá de la estéril (por ridícula) polémica de la autoría intelectual del 11M (esa que no se encontraría en desiertos muy lejanos, sino en ácidos muy bóricos), el razonamiento circular se ha convertido en el patrón más claramente identificable de la política del Partido Popular y sus seguidores.
Parten de la premisa X, aburren a las ovejas con X, no logran ni en sus sueños más salvajes acercarse a demostrar X, que es de lo que se trata, pero pretenden que, a base de repetirlo, X acabe siendo cierto.
Así, aun cuando los hechos demuestren que todas las insinuaciones sobre la claudicación del estado ante las exigencias de ETA eran infundadas, el liberal (conservador) auténtico seguirá convencido de que Zapatero ha realizado las peores concesiones imaginables, causando más daño a las víctimas que la propia ETA.
El liberal (conservador) auténtico repetirá sin descanso que su partido es de centro y liberal, sobre todo liberal, y disfrutará con las últimas gracietas que
demuestren que la izquierda en realidad siempre ha estado en contra de la libertad, concepto que como todo el mundo sabe siempre ha sido defendido por la derecha.
El nuevo sofista nos sorprenderá con una nueva definición de la palabra “coherencia”, según la cual los mismos hechos se pueden explicar de formas distintas dependiendo de lo bien que nos caiga el presidente del Gobierno. La palabra paz será buena o mala dependiendo de quién la pronuncie. Las reuniones con ETA durante una tregua serán para exigirles que se rindan o para rendir al estado, dependiendo de quién sea el que las convoque. Se podrá criticar el estatuto de Cataluña y luego apoyar el de Valencia o Andalucía, aunque incluyan artículos copiados. Se podrá hablar de fracaso de la política internacional del Gobierno actual sin ruborizarse siquiera del escándalo que ha rodeado en todo momento la gran operación geo-político-estratégica de Irak.
Modernas técnicas de ingeniería política permitirán a nuestro héroe dirigir las más airadas críticas a
las formas aun cuando sepa estar equivocado en
el fondo (sin llegar a reconocerlo, como no podía ser de otra manera). Así, quizás 12 años sean muchos para un delito de amenazas terroristas por dos artículos en prensa, pero entonces el fiscal habrá cometido prevaricación por haber rebajado su petición inicial de pena de 96 años y además seguro (segurísimo) que seguía órdenes del Gobierno, porque había que hacerle una concesión a ETA como fuera. De forma similar, quizás la relación de ETA con el 11M por el famoso ácido bórico está traída por los pelos, pero los superiores de los peritos son culpables por
manipular los informes y además seguro (segurísimo) que seguían órdenes del Gobierno, porque había que eliminar cualquier relación de ETA como fuera. Lo que no me explico es cómo, de tanto razonamiento circular, no se acaban mareando.
El problema es que esta nueva forma de hacer oposición se acaba pareciendo más al cuento de Pedro y el lobo que a otra cosa. Son tantas las veces que se echan las manos a la cabeza asegurando que España se rompe, que el Gobierno claudica ante ETA, que el PSOE tiene algo que ocultar en el 11M, que Zapatero es bobo, que Zapatero es malo, que la legislatura se acaba... que al final la gente ya ni les hace caso. Vamos, que si mañana Zapatero rompiese España de verdad no les iba a escuchar ni dios.
Mi amigo el liberal (conservador) dice que últimamente insulto mucho en el blog, que he subido el tono y pierdo las formas, que me estoy radicalizando. Vaya un
chisgarabís...